Las autoescuelas de Guadalajara no están solas en sus quejas por la nefasta situación que viven, con un gran retraso acumulado por la falta de examinadores.
Al menos, ahora acaban de recibir el apoyo de la Asociación Profesional de Empresas Formadoras en Transporte, Logística y Seguridad Vial, que también exige a la Subdelegación del Gobierno «una pronta solución al atasco de alumnos que hay para examinarse de los distintos carnés en la provincia».
Las primeras protestas se produjeron a principios del año 2024. Desde entonces, el problema se ha agravado.
A lo largo del año pasado, uno de los cuatro examinadores con que contaba Guadalajara fue trasladado a otra provincia y otro está en situación de baja laboral desde junio, sin visos de reincorporación. Y eso en una plantilla que ya era insuficiente para atender la demanda y que, por esas circunstancias, se ha reducido a la mitad.
En estos meses, la Jefatura Provincial de Tráfico ha dispuesto de forma temporal de de un examinador itinerante y mediante horas extras se han realizado exámenes por las tardes.
Pese a ello, se ha pasado de unas 2.000 personas en enero de 2024 que estaban pendientes de examinarse a 2.700 en la actualidad. Las actuales calculan que, de seguir la misma situación, antes del verano ya serán 3.000 los que estén a la espera de examinarse.
Los exámenes de circulación realizados en Guadalajara rondaban los 9.000 en 2021 y 2022, cuando ya había malestar en el sector por la insuficiente plantilla en Tráfico, se limitaron a 8.400 en 2023 y a 6.700 en 2024. «Si la situación no se corrige, con dos examinadores en 2025 no llegaremos a 5.000», insisten.
A nivel nacional, hay un examinador por cada 57.000 habitantes. Para alcanzar esa ratio, en Guadalajara habría que tener cinco examinadores, frente a los dos actuales.
Las consecuencia lógica es que cada vez más alumnos buscan en otras provincias lo que aquí no encuentran.
