Agentes de la Policía Nacional han desmantelado una banda dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes, que operaba en Alcobendas y también «en un pequeño pueblo de Guadalajara», como lo han calificado desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Como consecuencia de la operación han sido detenidas siete personas –cinco hombres y dos mujeres– como presuntos responsables de un delito contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal, pasando a disposición judicial del Juzgado de Instrucción Número de Alcobendas, quien decretó el inmediato ingreso en prisión de cuatro de ellos.
Se abastecían de hachís y, tras su venta, invertían parte de lo ganado en la compra de cocaína. De este modo, obtenían «un gran beneficio económico por el comercio de ambas». Además, habían adquirido una máquina para prensar pastillas con el propósito de fabricar sustancias psicotrópicas, que estaba instalada en Albalate de Zorita, según ha podido confirmar LA CRÓNICA.
Las investigaciones comenzaron el pasado mes de septiembre. Fue entonces cuando los agentes tuvieron conocimiento de la existencia de un grupo organizado que presuntamente se dedicaba a la venta ilegal de sustancias estupefacientes. Los investigadores se esforzaron desde entonces en localizar el origen de la droga, su lugar de ocultación y almacenamiento, así como el grado de participación y funciones de cada uno de los integrantes de la banda.
Para la adquisición de la droga, realizaban viajes «relámpago» en los que apenas pasaban unas horas en la localidad de destino, volviendo a la localidad madrileña de Alcobendas a las pocas horas. Una vez allí, se podía observar una actividad frenética de los componentes del grupo, lo que hacía suponer que dichos viajes eran para la adquisición de la sustancia estupefaciente y su posterior distribución.
En dichos desplazamientos utilizaban altas medidas de seguridad, cambiando frecuentemente de vehículos que solicitaban a amigos y conocidos, o alquilaban a nombre de terceras personas. Además, de modo preventivo, usaban «vehículos lanzadera» en sus viajes de forma que así podían solventar los controles policiales que pudieran establecerse en el trayecto sin ser descubiertos.
Otras medidas de seguridad que adoptaban era el uso de varias líneas telefónicas y distintas viviendas donde residían cortos periodos de tiempo. Poseían una máquina de prensar pastillas de difícil adquisición en el mercado.
Avanzadas las pesquisas, los investigadores averiguaron que el principal investigado había adquirido en el mercado negro una máquina de prensar pastillas con el propósito de fabricar pastillas de éxtasis y comercializarlas.
Esta máquina es la que fue ubicada en Albalate de Zorita, con la idea de que así pasaría más desapercibida y facilitar la expansión del «negocio» de la venta de droga, incorporando el de las pastillas de éxtasis.
La operación se desarrollo días pasados
El pasado 8 de mayo, los agentes interceptaron el vehículo lanzadera y el vehículo portador de la droga, localizándose en su interior 33 kilos de hachís de gran calidad, siendo inmediatamente detenidos sus ocupantes.
Acto seguido, se llevaron a cabo las entradas y registros simultáneos en tres domicilios de la localidad de Alcobendas, uno en San Sebastián de los Reyes y el localizado en Albalate de Zorita.
Los agentes se incautaron de distintas cantidades de varias sustancias estupefacientes, un revolver y una pistola de fogueo, 35 cartuchos de fogueo, dos arcones de grandes dimensiones con varios kilos de gominolas y azúcar, presuntamente utilizadas como excipientes para dar consistencia al preparado de pastillas psicotrópicas y la cantidad de 7.000 euros en efectivo.
