Tras los desembalses de la última semana, el río Henares a su paso por Guadalajara presenta un nivel mucho más alto de lo habitual. Por ahora, la situación se mantiene en términos conocidos, con los miradores del parque fluvial anegados aunque con la línea del agua lejos de la mota, que se levantó hace décadas precisamente para preservar a las viviendas de la zona de las riadas.
Con el fin de impedir el acceso de curiosos hasta la orilla se han cerrado con cinta los puntos de paso y es notoria la presencia de la Policía Local.
Esta nueva crecida, que muy probablemente aún no ha alcanzado su máximo puesto que Beleña sigue desembalsando (está el embalse a más de tres cuartas partes de su capacidad total) llega sin que se hayan podido ejecutar las anunciadas tareas de limpieza del cauce del río Henares en Guadalajara, condicionado por la maleza e incluso por los desperdicios acumulados durante años.
Para entender la situación actual es útil acudir a los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, que ha podido comprobar LA CRÓNICA.
En el gráfico siguiente, con los aforos tomados a la altura de la ciudad de Guadalajara, se comprueba que este domingo estamos en máximos de los últimos diez días y que el mayor repunte se dio, precisamente, la víspera, con un crecimiento muy notable a partir de media tarde:
A su vez, el nivel del embalse de Beleña, aunque haya ido desaguando desde hace días, no ha empezado a bajar hasta la madrugada de este domingo, según este detalle:
Medidas adoptadas en Guadalajara
Por otra parte, el viernes, desde el Ayuntamiento ya se ordenó el cierre de los parques de la ciudad en previsión de lo que estaba por llegar.
Se hacía, esencialmente, por la previsión de fuertes vientos más que por la persistente lluvia. La medida que se ha extendido también a espacios tan transitados como el bulevar central del Paseo de las Cruces.
