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5 diciembre 2025
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Bombas de 13.000 kilos ha lanzado Trump sobre Irán

Las bombas lanzadas este domingo sobre Irán desde aviones B-2 pueden penetrar más de 60 metros antes de explotar.

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cumplido su amenaza sobre Irán mucho antes de lo previsto (públicamente, se había dado dos semanas para pensárselo) con un bombardeo múltiple sobre instalaciones nucleares en el que las Fuerzas Armadas norteamericanas han recurrido a misiles Tomahawak y a bombas antibúnker, piezas clave del arsenal estadounidense.

Israel ya lanzó el pasado 13 de junio una oleada de ataques centrada en objetivos militares y de la industria nuclear, pero la particular construcción de este tipo de infraestructuras hacía imposible que las fuerzas israelíes por sí solas pudiesen alcanzar instalaciones subterráneas clave.

Estados Unidos, sin embargo, dispone de bombas como la ‘Massive Ordenance Penetrator’ (MOP GBU-57), utilizada en los ataques de este domingo y con capacidad para perforar incluso montañas. Puede penetrar más de 60 metros antes de explotar.

El gran peso de esta bomba, superior a las 13 toneladas, hace que sólo sea soportable por los bombarderos B-2, a los que las fuerzas estadounidenses finalmente han recurrido para intentar provocar daños en varias instalaciones.

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Por otra parte, Estados Unidos también habría disparado unos 30 misiles de crucero de ataque terrestre (TLAM) BGM-109, de la familia de los Tomahawk, según las fuentes consultadas por medios como ‘The New York Times’, CNN o NBC News. Para estos proyectiles, Estados Unidos utilizó submarinos de la Marina desplegados en la región.

Estos misiles, con capacidad para portar incluso cabezas nucleares, tienen un alcance máximo de 1.600 kilómetros.

Contraataque iraní

Al menos 86 personas han resultado heridas, dos de ellas de consideración, por el impacto de casi una treintena de misiles disparados desde Irán contra el centro y el norte de Israel en la primera respuesta armada de la república islámica tras el ataque de Estados Unidos contra sus instalaciones nucleares.

El servicio de Ambulancias de Israel ha confirmado que uno de los heridos más graves es un hombre de 30 años que ha recibido el impacto de metralla. Otros 77 heridos han sido hospitalizados en estado leve más otros cuatro con un cuadro de ansiedad. Los últimos tres heridos, ha informado el Ministerio de Salud en un comunicado recogido por el ‘Times of Israel’, están pendientes de evaluación tras los ataques, que han alcanzado zonas de Tel Aviv, Nes Tziona y Haifa.

Irán ha confirmado poco después el ataque, que describió como «la vigésima oleada de la Operación Promesa Verdadera 3», como ha denominado Teherán a su campaña de represalia contra Israel tras el comienzo hace nueve días de los ataques israelíes contra su territorio, «a través de una combinación de misiles de combustible líquido y sólido de largo alcance con una ojiva de gran potencia».

Irán ha precisado que los objetivos del ataque eran el Aeropuerto Internacional de Ben Gurión, un centro de investigación biológica, bases logísticas y varios niveles de centros de mando y control.

La posición de los países árabes

Los países árabes han reaccionado con extrema preocupación a los bombardeos desencadenados esta pasada madrugada por Estados Unidos contra las instalaciones nucleares de Irán, tanto por el ataque en sí como por las consecuencias que puede comportar para la región, y han pedido a todas las partes implicadas en el conflicto, Israel incluido, que cesen inmediatamente sus operaciones militares.

Arabia Saudí ha sido el primero en reaccionar y se ha remitido a su declaración del pasado 13 de junio en la que condenaba el inicio de los ataques israelíes contra territorio iraní, el detonante del conflicto que ha desencadenado el bombardeo de EUU, como «una violación de la soberanía nacional» de la república islámica.

El Ministerio de Exteriores saudí «subraya la necesidad de hacer todos los esfuerzos posibles para actuar con moderación, reducir la tensión y evitar una mayor escalada» e insta «a la comunidad internacional a intensificar sus esfuerzos durante este período tan delicado para alcanzar una solución política».

Arabia Saudí pide que estos esfuerzos lleguen a buen término con el objetivo último de abrir «un nuevo capítulo para lograr la seguridad y la estabilidad en la región», según la nota ministerial.

También Qatar ha expresado su «pesar por el deterioro de la situación tras el bombardeo de las instalaciones nucleares» de la «hermana República Islámica de Irán» y recalca «la necesidad de detener todas las operaciones militares y retomar de inmediato el diálogo y la vía diplomática para resolver las cuestiones pendientes».

El Ministerio de Exteriores de Qatar ha querido incidir en que «las peligrosas tensiones actuales en la región tendrán repercusiones desastrosas a nivel regional e internacional» y llama a todas las partes a que «actúen con prudencia y moderación» porque «los pueblos de la región, agobiados por los conflictos y sus trágicas consecuencias humanitarias, no pueden tolerar» una nueva escalada.

Omán también se ha pronunciado en términos contundentes contra este «acto ilegal de agresión» e insta «a una desescalada inmediata y completa». «La acción estadounidense podría agravar el conflicto y constituir una flagrante violación del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, que prohíbe expresamente el uso de la fuerza y la violación de la soberanía estatal», añade.

El presidente de Líbano, Joseph Aoun, ha reaccionado en un comunicado orientado claramente a la crítica situación doméstica, en pleno alto el fuego con Israel. El mandatario ha indicado que su país no quiere «pagar el precio de más guerras» y que «no hay ningún interés nacional» en unirse a la guerra entre Israel e Irán.

«Líbano, con sus dirigentes, sus partidos y su pueblo, se da cuenta hoy más que nunca de que ha pagado un alto precio por las guerras que estallaron en su suelo y en la región, y no quiere pagar más; no hay ningún interés nacional en ello», ha afirmado en un comunicado recogido por el portal de noticias Naharnet.

Tras señalar que «el bombardeo de las instalaciones nucleares iraníes aumenta el temor de que las tensiones puedan propagarse de una manera que amenace la seguridad y la estabilidad en muchas áreas y países», Aoun ha instado a la «moderación y al lanzamiento de negociaciones constructivas y serias para restablecer la estabilidad en los países de la región y evitar más matanzas y destrucción».

En lo que respecta al vecino Irak, el portavoz del gobierno, Bassem al Awadi, ha manifestado ante la agencia oficial de noticias (INA) su «preocupación y condena por los ataques a instalaciones nucleares en el territorio de la República Islámica de Irán» en una «escalada que supone una grave amenaza para la seguridad y la paz, y expone la estabilidad regional a graves riesgos».

«Irak reafirma su rechazo, basado en principios, al uso de la fuerza en las relaciones internacionales y exige respeto a la soberanía de los Estados y que no se ataquen sus instalaciones vitales, especialmente aquellas bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica y utilizadas con fines pacíficos», añade.

«Las guerras», ha concluido, «solo dejan tras de sí destrucción, y la responsabilidad de las grandes potencias y los organismos internacionales debe centrarse en evitar nuevas crisis en el mundo, no en provocarlas».