Los jóvenes titulados en España siguen atrapados en contratos temporales y salarios bajos, mientras las empresas alertan de la falta de perfiles cualificados. Con un nuevo curso académico a la vuelta de la esquina, el interés por los masters MBA crece con fuerza como alternativa frente a la precariedad y, al mismo tiempo, como una vía para dar el salto hacia empleos de gestión y liderazgo empresarial.
El mercado laboral español arrastra una vieja herida: la precariedad. Miles de jóvenes profesionales encadenan contratos temporales con sueldos que apenas permiten pagar un alquiler. Otros viven atrapados en lo que se conoce como el síndrome del becario eterno. En Guadalajara, como en el resto del país, abundan los casos de titulados con un currículum brillante y un contrato que se renueva mes a mes. Ante esta realidad, muchos optan por ampliar estudios a través de un máster y/o cursos de especialización. Entre todas las opciones, hay un programa que sobresale: el MBA, Master of Business Administration. Esta formación ha dejado de ser un privilegio reservado a altos directivos para convertirse en la tabla de salvación de muchos profesionales que buscan dejar atrás la inestabilidad y acceder a puestos de gestión que las empresas demandan.
Eurostat sitúa el paro juvenil en torno al 27 %, casi el doble de la media europea. Incluso los jóvenes que logran trabajar lo hacen en condiciones frágiles: el 53 % de los menores de 30 años cuenta con contratos temporales, según la última Encuesta de Población Activa. En Castilla-La Mancha, los sindicatos advierten de un problema persistente: universitarios obligados a aceptar empleos muy por debajo de su cualificación o, directamente, a emigrar. La fuga de talento, lejos de ser un recuerdo de hace una década, sigue siendo un fenómeno presente que afecta a todas las empresas y sectores.
Durante años, un título universitario garantizaba el acceso al mercado laboral y un puesto estable. Hoy, con más de un millón de estudiantes matriculados en grados, la saturación es evidente. Carreras como Derecho o ADE lanzan al mercado miles de egresados que compiten por el mismo puesto de prácticas. Las empresas, sin embargo, buscan algo más que un título. Reclaman perfiles con visión estratégica, capacidad de gestión y competencias que la universidad no siempre asegura. De ahí que muchos jóvenes decidan prolongar su formación, conscientes de que solo con una alta cualificación y una búsqueda activa de empleo podrán aspirar a una vida laboral más satisfactoria y de mayor calidad.
El valor diferencial de un MBA en el mercado laboral
Pero, ¿por qué ante una oferta variada de masters el MBA sigue siendo el que más interés despierta? Según los expertos en desarrollo profesional, un MBA ofrece algo distinto: combina liderazgo, gestión, estrategia y competencias interpersonales transferibles a distintos sectores. Investigaciones recientes confirman que los graduados trabajan en consultoría, desarrollo de negocios, marketing, compras, logística, banca, finanzas, tecnologías de la información, educación, organizaciones sin ánimo de lucro o energía. Además, nueve de cada diez empresas planean contratar titulados de MBA. La tecnología encabeza las oportunidades, con más del 90 % de las compañías del sector dispuestas a incorporar este perfil a su plantilla.
En España, un MBA permite duplicar el salario previo. Mientras que los sueldos de otros titulados en máster apenas alcanzan los 30.000 euros anuales, los titulados MBA se mueven entre 65.000 y 75.000 euros, con cifras todavía más altas en las escuelas de mayor prestigio. A las competencias clásicas en liderazgo y gestión se suma ahora una habilidad cada vez más demandada: el dominio de la inteligencia artificial aplicada a la estrategia empresarial. Las compañías no buscan únicamente técnicos, sino profesionales capaces de usar estas herramientas para resolver problemas complejos con visión global y criterio ético.
La oferta de MBA en España es amplia y, a menudo, desconcierta. Existen programas en modalidad presencial, online o híbrida, que pueden cursarse en universidades públicas o en escuelas de negocios. La variedad también se refleja en el precio. En las universidades públicas, la matrícula ronda los 4.000 euros, mientras que en las escuelas de negocios —privadas o adscritas a universidades— los costes cambian por completo: los MBA se sitúan entre 10.000 y más de 70.000 euros, según el prestigio de la institución. El problema es evidente: no todos los aspirantes pueden afrontar un programa con un precio de cinco o seis cifras.
Ante esta diversidad, resulta imprescindible comparar y analizar. Desde InfoMBAs https://infombas.com/ recomiendan buscar la opción que mejor se ajuste a cada perfil. La plataforma permite contrastar programas según la proximidad geográfica, la modalidad y los requisitos de acceso, con el objetivo de encontrar el MBA más adecuado en cada caso. Más allá del precio o la cercanía, lo realmente importante es elegir una formación que funcione para eliminar esa sensación de limitación o falta de progreso profesional. Los jóvenes españoles tienen preparación y motivación, pero necesitan un impulso que les ayude a romper con la precariedad. Un MBA, bien elegido, puede convertirse en ese impulso: una palanca eficaz para pasar de contratos precarios a puestos más cualificados y mejor pagados.