Hasta ahora, y por fortuna, los incendios en Guadalajara han sido limitados y sólo algunos, como el de Valdepinillos, han alcanzado una cierta entidad.
Según una reciente información de LA CRÓNICA, el mayor número de siniestros se da en la capital de la provincia, junto con sus pedanías.
Este 2025, el suceso ocurrido en Iriépal días pasados nos sirve para recordar el riesgo permanente de todos los veranos y de, paso, sorprendernos por el propio suceso suceso en sí y por su espectacularidad.
Junto con eso, todavía está fresco el recuerdo del incendio que arrasó 60 hectáreas en las cercanías de la Peña Hueva, en julio de 2024.
Las imágenes de este más reciente, en agosto de 2025, son de los propios bomberos de Guadalajara, que trabajaron para su extinción.
En este caso, las dos dotaciones desplazadas desde Guadalajara se ocuparon del vehículo, mientras que los efectivos contraincendios de la Junta se dedicaron a que las llamas avanzaran lo menos posible, puesto que habían prendido ya en los rastrojos próximos y de haberse descontrolado estaríamos lamentando males mayores.
