A lo largo de los últimos meses han sido tantos los aspectos a considerar para el cambio del recorrido de los encierros de Guadalajara que se han dado variaciones incluso sobre el punto exacto en el que se darán por iniciados.
La idea primera, como recogió LA CRÓNICA y como se avanzó en la propia presentación, era que toros y mansos fueran llevados por los pastores hasta la esquina del «Maragato», a la espera del tercer chupinazo, para encarar desde allí la Calle Mayor.
Una cuestión meramente administrativa ha desbaratado ese propósito: de haber mantenido la idea, la Junta de Comunidades, atendiendo a la literalidad de la normativa regional que regula los encierros, habría entendido que se estaban produciendo dos sueltas diferentes, una desde los corrales del Mercado y otra, desde la Plaza Mayor.
En consecuencia, el tercer cohete pillará a la reata en la esquina de la Cuesta del Reloj con la Plaza Virgen de la Antigua, donde hay instalada una de las cinco puertas antirretorno del recorrido. Al sonar el segundo se les habrá franqueado ya la salida desde la campa.
Ese empinado tramo será el primero, presumiblemente sin corredores, por razones obvias. Para evitar daños a la reses, la rejilla del parking subterráneo de la Plaza Mayor será cubierta con una protección especial.
Se esperan carreras, pero en la Calle Mayor Alta.