Uno de los aspectos más controvertidos del nuevo recorrido de los encierros de Guadalajara es la afectación que implica, y que se está notando desde los días previos, para los vecinos y los negocios de la zona.
Jueves, viernes, sábado y domingo, los establecimientos comerciales tendrán que estar cerrados a las 7.30. En cuanto a los portales, los vecinos no podrán entrar ni salir desde las 7.45. Los dos garajes existentes en el recorrido tampoco podrán ser utilizados desde las seis media de la mañana.
D la contundencia de lo dicho deja buena prueba el sistema de cierra y apertura de las puertas de hierro que se están instalando: los cerrojos sólo son practicables desde la calle, no desde el interior del portal, lo que evitar cualquier tentación de incumplir la norma.


Una medidas similares se aplicarán para la prueba vespertina del miércoles, cuando se hará un simulacro general con los cabestros. El 17 de septiembre, a las cuatro y media de la tarde ya no habrá acceso a los garajes, a las 17.45 a las viviendas y desde las 17.30 los negocios afectados tienen que estar ya cerrados.
Un apunte: el cliente que quiera permanecer dentro podrá hacerlo, hasta que sea «liberado» el encierro.
De estas condiciones especiales quedará constancia por escrito, puesto que se han dictado dos bandos con el detalle de los horarios.
Escaparates a salvo
Un buen trajín pueden tener los operarios implicados en el encierro según sean de numerosos los comerciantes que quieran abrir sus tiendas el jueves, que no es festivo local, o el sábado.
El Ayuntamiento está obligado a proteger las cristaleras adecuadamente, tanto para evitar desperfectos como para eliminar reflejos que pudieran distraer a los toros. Se usarán tableros, que se montan antes del encierro y se desmontan después.
La otra opción, que facilitará el trasiego, es que los comerciantes indiquen que desisten de su actividad y que pueden quedarse los escaparates tapados todos los días, sin desmontajes intermedios.
