Dentro de las XXIII Jornadas Taurinas de Almonacid de Zorita, bajo el lema «Mieles del éxito taurino», se ha celebrado este sábado, 30 de agosto, un homenaje al ganadero Victorino Martín García.
Victorino compartió su recorrido personal, desde novillero y veterinario hasta relevar a su padre a partir de 2010 tras su enfermedad y fallecimiento en 2017.
La jornada concluyó con el reconocimiento a Tomás García Aranda, Pedro Antonio Cañadillas y Victorino Martín. A este último, verdadero protagonista de la mañana, se le entregaron simbólicamente 65 kilos de miel —uno por cada año de antigüedad de su ganadería, nada que ver con el peso del homenajeado— en un acto final que corrió a cargo de José Carlos Tamayo, presidente de la Asociación Cultural Lago de Bolarque, Cañadillas y el alcalde de Almonacid.
¿De quién es «Su peso en miel»?
La dulce forma de felicitar al ganadero en Almonacid necesariamente lleva a recordar el litigio, a principios de este siglo, a cuenta de «Su peso en miel», el popular acto social ideado y promocionado años antes desde Peñalver por Teodoro Pérez Berninches, productor apícola y alcalde del pueblo por aquella época.
Como ha podido confirmar LA CRÓNICA, en la Oficina Española de Patentes y Marcas queda fiel constancia del litigio que posteriormente se desató entre Pérez Berninches y el propio Ayuntamiento.
El 10 de diciembre de 2002, Teodoro Pérez Berninches registró a su nombre la denominación «Su peso en miel Teodoro Pérez Berninches», que cuenta incluso con su propia ilustración identificativa –específicamente, para la denominación «Su peso en miel», sin más apostillas– que es la de una caricatura de Cela en el momento del pesaje en la romana.
El 24 de febrero de 2004, fue el Ayuntamiento de Peñalver, como persona jurídica, el que registró la denominación literal «PREMIO SU PESO EN MIEL DEL EXCMO. AYUNTAMIENTO DE PEÑALVER», solicitada incluso para usos genéricos sobre la miel, aunque finalmente sólo fuera admitida para el epígrafe 41, de SERVICIOS DE ORGANIZACION DE CONCURSOS Y PREMIOS, el mismo del que disponía Pérez Berninches con anterioridad.
La manifiesta similitud de denominación y de propósito desencadenó una serie de recursos, un contencioso que no se resolvió hasta julio de 2005. Las dos marcas siguen vigentes, en sus propios términos.
Dos décadas después, el premio se mantiene y tendrá nuevo «encapado» en la persona del humorista Leo Harlem.
Y, de paso, regalar Miel de La Alcarria es una buena costumbre, que no atenta contra ninguna marca registrada y que es un generoso acto de cortesía.