Los responsables de la promoción turística de la región china de Jiangsu han hecho una auténtica demostración de poder de convocatoria este lunes, 29 de septiembre, en Madrid.
Al amparo de las agradables instalaciones y de la buena mesa del restaurante oriental El Bund (en el 22 de Arturo Baldasano, entre Arturo Soria y López de Hoyos) han reunido a un selecto pero también nutrido grupo de profesionales, tanto de las agencias de viajes como del periodismo.
LA CRÓNICA ha sido uno de los medios invitados a este evento, que ha abierto el apetito a los presentes (en todos los sentidos) acerca de esta parte de China que no es ni Pekín ni Shanghái… pero con atractivos más que suficientes para dedicarle específicamente varios días de un viaje al gigante asiático.
Justo por encima de Shanghái y su aeropuerto internacional, al que se puede llegar en menos de 13 horas desde Madrid, en vuelo directo, se encuentra esta peculiarísima región, que mantiene vivo el espíritu de otros tiempos junto a la modernidad desbordante de la nueva China.
Como maestra de ceremonias ha oficiado Julia Zhou, de Viajes Mandarín, junto con el presidente de la Federación Mundial de Periodistas de Turismo en España (FIJET), Miguel Ángel González Suárez, y varias periodistas españolas que han compartido las experiencias obtenidas sobre el terreno el pasado año.
Referencias de alcance universal
Para quien no se sitúe demasiado ni en el mapa ni en la Historia, hay que destacar de entrada que Jiangsu cuenta con cuatro sitios Patrimonio Mundial de la Unesco (el Gran Canal, los jardines clásicos de Suzhou o la tumba de Ming Xiaoling, por ejemplo), así como una decena de bienes inmateriales de la Humanidad.
Superadas las complicaciones de los últimos años, viajar a China es ahora mismo realmente fácil en cuanto a la obtención de los necesarios visados.
Jiangsu, más de lo que imaginas
Con más de 1.000 kilómetros de litoral en el sureste de China, su capital es Nanjing, con muchas huellas del pasado imperial y una pasión: la ópera Kunqu, diferente de la de Pekín y que cuenta incluso con su propio museo.
Wuxi y Yangzhou son otras dos ciudades con personalidad propia, dignas de detenerse y admirar.
Todo, a pocas horas de la capital de España, para quien quiera comprobarlo.