Lo ubican en la Alcarria, cuando esa comarca natural queda lejos. En otros artículos, califican a la localidad que lo acoge como «pueblo medieval», cuando tiene el título de ciudad y es, además, tirando a barroca en buena parte de su casco. Pero lo importante es que hablen… incluso bien de uno.
La revista «Viajar» calificaba días pasados, concretamente el 23 de septiembre, al castillo de Sigüenza como «el Parador más espectacular de España». Todo un título a tener en cuenta, viniendo como viene de una de las cabeceras más conocidas del periodismo de viajes.
La antigua residencia de los obispos, pues lo fue en parte de la milenaria historia seguntina, resucitó en las postrimerías del Franquismo con una profunda rehabilitación terminada con el Jefe de Estado ya muerto y enterrado, en 1976.
En el citado artículo se entretienen, sobre todo, en las leyendas sobre Doña Blanca y los presuntos fantasmas que correrían por los pasillos. Más reciente, y ya olvidada, es la peripecia de Ábalos en vísperas de su cese por Pedro Sánchez, con paso festivo por estas mismas dependencias.

Más allá de esas licencias, sí que podemos recordar la muy reciente reforma acometida, tras décadas de no hacerlo, en este establecimiento.
Así es por dentro el Parador de Sigüenza
El Parador de Sigüenza reabría el 9 de mayo de 2025 tras una completa remodelación que mejoraba «su accesibilidad, sostenibilidad, interiorismo y conservación patrimonial», según sus responsables. Era el colofón a casi 7 meses cerrado, por unos trabajos que han costado 10 millones de euros.
Este es el resultado:









