4.5 C
Guadalajara
27 noviembre 2025
InicioLocalGuadalajara no tiene "refugios climáticos" y Greenpeace lo denuncia

Guadalajara no tiene «refugios climáticos» y Greenpeace lo denuncia

En el caso de Guadalajara, los refugios climáticos fueron prometidos por Alberto Rojo en sus inicios como alcalde de la capital alcarreña y llegó a concretar en 2022 el plan que tenía pensado. Una moción de Izquierda Unida para implantarlos fue aprobada... e incumplida.

-

Greenpeace ha denunciado que sólo 16 de las 52 capitales de provincia y autonómicas españolas cuentan con una red de refugios climáticos públicos. Ni existen en Guadalajara, según la organización, ni en toda Castilla-La Mancha.

Estas son algunas de las conclusiones del estudio ‘Ciudades al rojo vivo: refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España’ que la ONG ha publicado este martes.

Los «refugios climáticos» de Alberto Rojo

En el caso de Guadalajara, los refugios climáticos fueron prometidos por Alberto Rojo en sus inicios como alcalde de la capital alcarreña y llegó a concretar en 2022 el plan que tenía pensado.

La medida ya fue inicialmente anunciada en octubre de 2021 por el alcalde, aunque en aquel momento se aludía a ello como «refugios ecológicos»». Es lo mismo.

Lo cierto es que se llegó a publicar en el Perfil del Contratante la licitación de la ejecución de las obras de renaturalización y adaptación al cambio climático de varios centros educativos del municipio de Guadalajara, en coordinación con la Consejería de Desarrollo Sostenible y la Consejería de Educación.

Como parte de la estrategia ‘Guadalajara Sostenible’, se pretendías que los alumnos pudieran disfrutar en sus centros de zonas ajardinadas con especies autóctonas, espacios verdes y pequeños huertos urbanos con bajas necesidades hídricas. Alberto Rojo explicaba que los patios de los centros contarían con «espacios verdes, zonas ajardinadas, para la educación medioambiental de los alumnos y alumnas, sensibilización y respeto a nuestro entorno». Esto es a lo que se refería cuando hablaba de «refugios climáticos».

En una primera fase, el Ayuntamiento contemplaba 6 proyectos, correspondientes a los colegios Cardenal Mendoza, Río Henares, Isidro Almazán, Badiel, Ocejón y Francisco Ibáñez, si bien se aspiraba, como en casi todos los ámbitos, a extenderlo. El dinero dedicado no era demasiado: 92.098 euros.

La propuesta, aprobada, de Izquierda Unida

Izquierda Unida consiguió, en septiembre de aquel mismo año, que el Pleno del Ayuntamiento aprobara una moción para la creación de una red refugios climáticos.

Estos refugios climáticos tenían que contar con unas características concretas, como conseguir una temperatura de 27º, disponer de agua potable, figurar en un mapa y que ser reconocibles desde el exterior. 

Ni rastro de ellos.

Por entonces, Alfredo Vicente Ruano ya señalaba sus reticencias sobre los «refugios» pregonados desde la Alcaldía. «El Ayuntamiento crea espacios en colegios que no pueden ser llamados refugios climáticos, puesto que no están abiertos en verano, ni cumplen las características adecuadas para paliar los efectos de las olas de calor en la población».

Qué es lo que reclama Greenpeace como «refugio climático»

En el informe, la organización ha indicado que las cinco ciudades con mayor número de refugios climáticos en su red son Barcelona (401), Bilbao (131), Murcia (94), Málaga (93) y San Sebastián (89). En la parte baja del listado se encuentran Sevilla (5), Córdoba (14, sólo para personas mayores), Valencia (20), Madrid (31) y Tarragona (31).

Greenpeace ha denunciado que ninguna de las redes públicas de refugios climáticos que han estudiado cumple con «todos los requisitos necesarios para proteger de forma efectiva a la población», es decir, estar abiertos en las horas de mayor calor; estar claramente identificados; ser accesibles; ser cercanos, gratuitos y de libre acceso; tener una zona de descanso; y proporcionar agua de grifo de forma gratuita.

De esta manera, ha explicado que todas las redes de refugios cierran al mediodía, por las tardes, en fin de semana o de manera total durante parte del verano, lo que les resta utilidad. Asimismo, ha criticado que no todos los espacios que han analizado son gratuitos. En este sentido, ha apuntado a que Madrid incluye entre los suyos piscinas municipales, espacios culturales y museos –que requieren de entrada–; San Sebastián o Vitoria, centros comerciales, y Logroño, cafeterías –espacios donde es obligatorio consumir.

A su vez, ha recalcado que muchas ciudades no cuentan con espacios idóneos en cuanto a capacidad y zonas de descanso. De esta manera, Bilbao, Barcelona, Murcia o Sevilla cuentan como refugios climáticos estaciones de transporte, mercados o polideportivos sin especificar si tienen zonas de descanso habilitadas o si el espacio en sí es adecuado.

Asimismo, ha incidido en que varias ciudades enumeran espacios de exterior como parques, plazas o paseos deben contar con sombra suficiente para que la temperatura sea la adecuada, tener puntos de descanso y fuentes de agua disponibles, así como ser seguros y accesibles. De hecho, ha indicado que algunas capitales listan todos los espacios con algo de vegetación sin tener en cuenta las características que los hacen realmente efectivos.

Por todo ello, Greenpeace ha pedido que los ayuntamientos habiliten refugios climáticos efectivos. Además, ha reclamado la implementación de planes de adaptación que transformen el espacio público de los municipios con soluciones basadas en la naturaleza, medidas sociales para reducir la vulnerabilidad de las personas en mayor riesgo, así como contar con objetivos medibles y financiación adecuada. Asimismo, ha demandado un sistema energético «100% renovable democrático, social y ambientalmente respetuoso y justo».

La responsable de la Campaña de Adaptación urbana al cambio climático de Greenpeace, Elvira Jiménez Navarro, ha recalcado que «no basta con enumerar espacios climatizados públicos y zonas verdes de la ciudad» como refugios climáticos. «Hay que habilitarlos para que sean efectivos y puedan proteger realmente a la población más vulnerable. Los refugios climáticos no son una moda, son una medida de salud pública», ha concluido.

Más información: