Hay un punto en la provincia de Guadalajara, alejado de los grandes núcleos de población y que está entre los pequeños, donde la Guardia Civil ya ha tenido ocasión de requisar a lo largo de los últimos años diversos tipos de sustancias estupefacientes.
El procedimiento para conseguirlo siempre es el mismo: se da el alto al vehículo para su revisión por parte de la patrulla que tiene encomendado ese control y el punto elegido, dentro de un corto radio, también coincide, puesto que se abordan los coches antes de que entren en la A-2. Son las rotondas de acceso a la Autovía del Nordeste. La que nos ocupa esta vez, desde la carretera CM-1101. El último caso se ha dado el pasado lunes.
Este auténtico «punto caliente», por la repetición de casos a lo largo del tiempo, está dentro del término municipal de Almadrones. El último en caer, el pasado 22 de mayo, ha sido un español de 51 años con antecedentes policiales, circunstancia que a la postre fue decisiva para que los agentes localizaran la droga que llevaba en el vehículo, más de 100 gramos de cocaína.
La droga, en el asiento del conductor
Después de dar el alto al coche, los guardias civiles procedieron a la identificación del conductor. Así fue como vieron que tenía antecedentes en las bases policiales por tenencia de sustancias estupefacientes. En consecuencia, decidieron registrar con más detalle el turismo y pronto localizaron, en un bolsillo del asiento delantero, un paquete envuelto en ‘film’, que protegía una sustancia de color blanco, aparentemente cocaína.
Trasladado el conductor a las dependencias a la Guardia Civil de Sigüenza, se pudo comprobar que efectivamente la sustancia aprehendida se trataba de cocaína, que arrojó un peso de 104, 4 gramos. El hombre quedó detenido, como presunto autor de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas y fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Sigüenza.
Detenciones en la «Rotonda de las abejas»
El lugar que es protagonista hoy está próximo a otro, todavía más propicio para las incautaciones y que es conocido popularmente como la «rotonda de las abejas», por el pequeño monumento de forja que se plantó allí hace años. Es la que se encuentra camino de Cifuentes.
Allí, por ejemplo, hace ahora un año, una patrulla del Servicio de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Sigüenza observó como un vehículo que circulaba por el lugar realizó una maniobra antirreglamentaria al percatarse de la presencia de los agentes.
En ese caso, el olor del producto e incluso su ubicación dentro del coche también facilitaron el trabajo de los agentes. Una vez detenido el vehículo e identificados sus ocupantes, los guardias civiles realizaron un registro del mismo, localizando en el interior de una bolsa que se encontraba en la guantera una tableta de color marrón que desprendía un fuerte olor que podría tratarse de hachís.
