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26 noviembre 2025
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Krems: la forma más plácida de asomarse al Wachau austríaco

Estamos en Austria, en el Wachau. ¿Que no te suena? Piensa en el Danubio, con una Naturaleza digna de disfrutarla y una historia que asoma tras cada esquina. Son muchas las plazas recoletas del casco antiguo de Krems an der Donau como para no dejarte llevar por algunas de ellas, como en este reportaje hacemos para ti.

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Ser Patrimonio Mundial es un logro. Haberlo conseguido hace un cuarto de siglo, y poder celebrarlo como corresponde, es el éxito de la región del Wachau, en Austria.

En este 2025, bodas de plata con la UNESCO, hemos aprovechado uno de los momentos más bellos de todo el año, como es el comienzo del otoño, para asomarnos a las orillas del Danubio.

Así, a medias entre avión y coche y barco, es como hemos llegado a Krems, una de las ciudades imprescindibles de esta comarca.

Porque, en efecto, todo el Wachau es un ejemplo embriagador de paisaje fluvial. Y sí, nos hemos permitido un fácil juego de palabras… porque si algo cubre el horizonte son los viñedos, lomas arriba.

Wachau es, al mismo tiempo, cultura y naturaleza. Lo primero se aprecia en las tradiciones y en la arquitectura, reflejo de su historia. El medio natural abarca no sólo el omnipresente río sino también praderas, bosques y tantas hectáreas y hectáreas trabajadas por el hombre.

La relajante experiencia de conocer Krems

Pero estamos en Krems y ante Krems. No nos despistemos y vayamos al encuentro de sus calles, jalonadas de monumentos y anécdotas que es bueno conocer.

Antes de nada, y para no olvidarnos de algo esencial, apuntemos que en esta ciudad tiene su asiento un establecimiento muy especial, el Hotel Spa Steigenberger, capaz de satisfacer al más exigente con sus instalaciones y, aspecto vital para viajero, recuperar las fuerzas necesarias y alimentar aún más el sosiego que transmite esta región. Precisamente para el turista ocasional tiene una oferta combinada muy interesante.


La torre Steiner, mejor de día

La Steiner Tor pasa por ser el símbolo de Krems y fotogenia no le falta. Al caer de la noche, la iluminación led y los colores elegidos nos la convierten en otra cosa. Pero de día, es radiante, histórica y singular.

Krems tuvo cuatro puertas y esta, de finales del siglo XV, es la única que se mantiene

Aceptemos que lo del AEIOU de su cartela no hace referencia a ningún antiguo aprendizaje escolar sino al más imponente «Alles Erdreich ist Österreich untertan» o, lo que es lo mismo, Todo el territorio está sujeto a Austria, de los tiempos de Federico III. Su águila bicéfala sigue ahí.

Los lugareños, cuando le perdieron miedo al cercano Danubio y a sus inundaciones, derribaron la muralla por innecesaria, que realmente lo fue a partir del siglo XIX. Pero el río impresiona también hoy día, huelga decirlo.

También, aunque de otro modo, el bullicio de la plaza y de las calles cercanas, cuajadas de bares y restaurantes. Surten a los miles de universitarios que en la ciudad estudian y por aquí abrevan (aunque todos guardan compostura). También, con amabilidad, se atiende al viajero.


Una catedral que no necesita serlo

La iglesia parroquial de Saint Veit tiene trazas de catedral y aunque no lo es, merecería serlo.

Es el barroco estallando por todas partes.

La iglesia de los dominicos

El actual Papa es dominico. En Krems se encontraría como en casa, aunque sea un estadounidense recriado en Perú y pasado por el Vaticano.

En la iglesia de los dominicos estamos ante un edificio medieval e imprescindible. Tanto, que aún siguen restaurándolo, en buena parte por sus frescos, que nos devuelven 700 años atrás como por ensalmo.

Un centro que nunca deja de sorprender

Son muchas las plazas recoletas del casco antiguo de Krems an der Donau, que es como en realidad y por completo se llama esta ciudad, en honor al Danubio que la acompaña.

Los encuadres son infinitos, porque en cada fachada hay un detalle y una evocación de viejas historias. Aunque no tengas quien te las cuente, las puedes disfrutar. Y se te acompaña un local que, además, sea dicharachero, mejor que mejor.

Echa un vistazo a la siguiente galería gráfica y te dará una idea, meros apuntes, de cómo Krems se te queda en la pupila y en el objetivo de la cámara por méritos propios:

Y si quieres tiendas, siempre tienes la Landstrasse.


Leyendas e historias se mezclan en Krems

Hemos andado, sin prisa y sin pausa, por las calles de Krems.

Para surcar otros caminos, que son los de otros siglos, es necesario saber escuchar y tener quien te lo cuente. Sí que podríamos hacer recuento detallado del Caballero sin Cabeza o, sobre todo, de la fuente Simandl, con sus figuras de tan difícil interpretación. Pero mejor que lo haga quien mejor sabe.

Por eso, veamos y prestemos atención:

Cuando el lector venga siguiendo estos mismo pasos sabrá más y, muy probablemente, mejor de Krems, la Wachau y este entorno feraz y tan desconocido del norte de Austria.

Porque hay vida más allá de Viena, aunque algunos aún no lo sepan.



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