En 2022, la provincia de Guadalajara vivió durante semanas en un estado de sobresalto permanente por la aparición de focos de gripe aviar en explotaciones de gallinas de la provincia. Quien quiera, puede recordarlo en el enlace al pie de esta información. Ahora, la amenaza reaparece.
La Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha informado este lunes sobre la detección de un foco de gripe aviar (técnicamente, Influenza Aviar de alta patogenicidad o IAAP) en Toledo.
Se trata de una explotación de gallinas reproductoras localizada en el municipio de Alcolea del Tajo. La presencia del virus se ha confirmado por el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete.
Se trata de una cepa de IAAP subtipo H5N1. «Durante todo este proceso, la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha estado en comunicación con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como con la Consejería de Sanidad», subrayan desde Junta.
La granja afectada es de 50.000 gallinas reproductoras. Se sospecha que la enfermedad, que se delató por la creciente mortandad de ejemplares, llegó por el contacto directo o indirecto con las aves silvestres, como origen más probable.
Inmovilización de la granja
Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se ha adoptado, de forma inmediata, una batería de medidas de control en coordinación con el sector. Entre ellas, la inmovilización inmediata de la explotación afectada desde el momento de la sospecha del foco y la realización de una encuesta epidemiológica con objeto de conocer el posible origen y las explotaciones en riesgo por movimientos de personas y vehículos, además de proceder al sacrificio de todo el censo de la explotación afectada.
Asimismo, se ha establecido una zona de restricción, compuesta por una zona de protección y otra de vigilancia de 3 y 10 kilómetros respectivamente, en la que se está procediendo a realizar visitas de inspección clínica y toma de muestras en caso necesario en las explotaciones avícolas situadas en su interior, en las que se ha reforzado la vigilancia y medidas de bioseguridad y se encuentran restringidos los movimientos de aves y demás productos avícolas.
Sin riesgo para la salud pública
En lo que refiere a la salud humana, se ha llevado la coordinación con la Consejería de Sanidad, si bien esta situación no supone un riesgo para la salud pública para la población general. El riesgo para los trabajadores con exposición ocupacional en la explotación afectada con aves enfermas se considera bajo. No existe riesgo asociado a consumo de carne de ave o huevos cocinados.
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