Llegaba este viernes al orden del día del Pleno de Guadalajara, en su punto décimo quinto, una modificación de la Ordenanza de la Zona de Bajas emisiones (ZBE). Ha habido debate, pero no hay nada nuevo que reseñar para los lectores de LA CRÓNICA al margen de lo ya conocido.
Como adelantó el pasado 1 de julio este diario, la capital alcarreña seguirá como está: con una ZBE activa desde abril de 2024 pero que no sanciona, con lo cual en la realidad es como si no existiera, más allá de las señales y de todo el sistema de cámaras de control que se implantó para la supervisión de los accesos.
Lo que se ha confirmado este 25 de julio de 2025 es que no habrá sanciones hasta, al menos, abril de 2026. Es lo que resultará de haber modificado en esos términos, en el Pleno de este viernes, el punto 3º del artículo 4º de la Ordenanza.
En términos deportivos, esta circunstancia administrativa sería lo que se viene conociendo como una «patada adelante» y a seguir, ante una norma que incomoda casi más a los políticos locales del PP y de Vox que a los propios vecinos, que contemplan con creciente indiferencia las indicaciones de la ZBE. Formalmente, se vincula la prórroga a la necesidad de tener en vigor el futuro contrato de la Zona Azul, todavía sin fecha concreta.
Susana Martínez, de hecho, ha pedido que se retiren o se tapen las señales, por inútiles.
