Las tormentas pasan pero los efectos, quedan. Eso es lo que ha ocurrido, muy concretamente, con los Jardines del Infantado. Si ya de por sí vienen arrastrando desde hace años la falta de un necesaria mejora, la situación se ha agravado en los últimos días en este visitado recinto que flanquea el edificio más conocido de la ciudad.
Como se puede comprobar en las siguientes fotografías, una de las tormentas caídas sobre la capital ha arrasado buena parte de su superficie, aproximadamente un tercio.
Para verlo no basta con asomarse desde la Avenida del Ejército, puesto que la parte afectada es la más próxima al fondo de los jardines, en las cercanías del torreón de Alvarfáñez.
Este lunes todavía seguían por el suelo árboles del paraíso y manzanos silvestres, con troncos tronchados y un espectáculo poco digno de ver.










Cerca de allí, en el parque del ya citado torreón de Alvarfáñez, una cuadrilla de operarios se afanaba, a manguerazos, en limpiar los alrededores de esa zona verde. Allí, los daños han sido mucho menores… hasta que la barandilla a la que aún se asoman algunos ceda y ocurra una desgracia.

