A prueba de topetazos sí que parece que van a estar los corrales donde los toros del encierro de Guadalajara pasarán sus penúltimas horas el próximo mes de septiembre, junto con la reata de cabestros.
El lunes, con la campa entera a su disposición, los operarios de la contrata comenzaban a taladrar el suelo del modo que se aprecia en las imágenes. Este martes, continúan.
Si la seguridad de las paredes va en proporción directa a la base donde se van a anclar, habrá que inferir que los corrales del encierro van a mantener cuando menos la seguridad que tenían en Bejanque. Allí, en el parque de San Francisco, se organizó un sistema de quita y pon para su montaje y desmontaje alrededor de las Ferias. Es lo que ha empezado a reproducirse ahora, pero al lado del Ayuntamiento.
Como se comprueba, parece que alguien se ha apiadado de los comerciantes del Mercado y unas vallas delimitan concretamente la futura ubicación de los corrales, que no ocupan toda la extensión de la misma, sino la más próxima a la Plazuela de Don Pedro.
Los usuarios de las plazas de aparcamiento sí que tendrán que esperar a que se acaben estos trabajos y, luego, ver cómo les sigue afectando en agosto y septiembre. Que les afectará.
De todos los demás detalles, LA CRÓNICA ha venido informando a sus lectores y pueden recordarlos en los enlaces que se acompañan.