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5 diciembre 2025
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Manos a la obra en la capilla de Luis de Lucena

La historia de la capilla de Luis de Lucena es singular, en su nacimiento y a lo largo de los siglos. También en el XXI, como se puede comprobar en esta información.

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Una brigada municipal está acometiendo con eficiencia y rapidez una obra que se había demorado varios meses por un embrollo entre político y administrativo y que ha mantenido cerrada la capilla de Luis de Lucena, en Guadalajara, desde el pasado año.

Esta misma semana, los propietarios de lo que fue una conocida gasolinera en el esquinazo de la Cuesta de San Miguel, desistían de hacer con sus medios la obra que se les había requerido y para la cual tenían licencia municipal. Se originó por el supuesto riesgo de derrumbe de la pared entre ese edificio y el monumento.

Pocas horas después de tener constancias del desestimiento, ha sido el Ayuntamiento el que ha emprendido la obra, como se aprecia en la fotografía de LA CRÓNICA. El coste se girará posteriormente a la propiedad.

De este modo, más pronto que tarde podrá volver a visitarse uno de los monumentos más interesantes de la ciudad.

La puerta de entrada y la pared que provocó el cierre del monumento, en imagen de octubre de 2024. (Foto: La Crónic@)
La puerta de entrada y la pared que provocó el cierre del monumento, en imagen de octubre de 2024. (Foto: La Crónic@)

Historia de un embrollo

Fue el 4 de octubre de 2024 cuando el concejal de Urbanismo, Alfonso Esteban, decretaba la suspensión de la apertura del monumento de la capilla Luis de Lucena en base a los informes de los servicios técnicos municipales, en los que se afirmaba que en el acceso a la capilla desde la Cuesta de San Miguel existía un «riesgo inminente» para las personas, por el mal estado de la parte trasera del edificio colindante, que es la antigua gasolinera.

Al final no se caído el cuestionado muro, sino que ha habido que tirarlo para volverlo a levantar.

De inmediato se suspendió la venta de entradas y las visitas guiadas que corren por cuenta del Ayuntamiento de la capital, pidiendo al Gobierno regional una actuación inmediata, que desde la Junta de Comunidades consideraban y consideran era responsabilidad exclusivamente municipal.

En el choque entre el Ayuntamiento y la Junta salieron a relucir incluso las humedades del monumento, como se puede comprobar más abajo, en los enlaces que acompañan esta información.

La Administración sí que tiene condicionado el futuro del inmueble de la gasolinera, puesto que algunos de sus elementos están protegidos por su consideración de bien integrante del patrimonio cultural de Castilla-La Mancha, ya que esconde parte de lo que fue la iglesia de San Miguel. En consecuencia, se limita de forma apreciable lo que ahí se puede construir. Al mismo tiempo, el citado edificio tiene declarada la ruina desde 2014 y aceptada por el Ayuntamiento la demolición, que no ha llegado a poder ejecutarse, una década después.

Una capilla única desde su origen

La historia de la capilla de Luis de Lucena es singular, en su nacimiento y a lo largo de los siglos.

Lo que ha llegado a nosotros es importante por su belleza arquitectónica, tanto en el exterior como en el interior, así como por sus insólitas características: llegó a ubicarse en la parte superior de este edificio religioso una biblioteca impulsada por su creador, atendiendo a los cánones del humanismo renacentista.

Luis de Lucena fue un reputadísimo médico en la Roma del siglo XVI. Además, guarda frescos de Rómulo Cincinato a pesar de que durante el siglo XIX fue utilizada como corral de ganado, en un estado de deterioro nunca totalmente erradicado.

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