Desde grandes referentes de la arquitectura y el arte hasta ciudades milenarias y sistemas ancestrales de ingeniería hidráulica, el sultanato de Omán confía en que 2026 sea un año especial para su turismo.

Entre las celebraciones más destacadas figura el 15º aniversario de la Royal Opera House Muscat, considerada el principal epicentro cultural y artístico del país. Concebida como un espacio de diálogo cultural global, la institución conmemorará la efeméride con una temporada especial que combinará grandes estrenos internacionales con propuestas que ponen en valor la identidad omaní. Exposiciones como Omán y el mundo reflejan la riqueza artística de la región y el papel de la ópera como motor de desarrollo cultural y socioeconómico.

También celebra un hito relevante la Gran Mezquita del Sultán Qaboos, que cumple 25 años desde su inauguración. Ubicada en el distrito de Bawshar, en Mascate, este imponente templo, con capacidad para 20.000 fieles y más de 416.000 metros cuadrados de superficie, se ha convertido en uno de los símbolos arquitectónicos del país. Sus minaretes y los delicados versos del Corán grabados en piedra hacen de la mezquita un referente único del arte islámico contemporáneo.
Un vergel reconocido por la UNESCO
El calendario conmemorativo se amplía con los 20 años desde que los Sistemas de Irrigación de Aflaj fueron declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO. Esta red milenaria de canales, utilizada desde el 2.500 a.C., no solo ha garantizado durante siglos el suministro de agua en zonas áridas, sino que representa una de las grandes obras de ingeniería hidráulica de la Antigüedad.
A estas efemérides se suman los 500 años del puerto histórico de Sur, enclave estratégico ligado a la construcción de los tradicionales dhows. Estas embarcaciones de vela triangular, capaces de navegar sin remos con independencia de la dirección del viento, simbolizan la tradición marítima omaní y evocan las antiguas rutas comerciales del océano Índico.
Nizwa, antigua capital del Imanato de Omán, conmemora alrededor de 1.500 años desde su consolidación como ciudad principal. Situada a unas dos horas de Mascate, esta ciudad amurallada, que alberga el fuerte más antiguo del país, fue durante siglos el centro religioso y político del sultanato y sigue siendo hoy un oasis histórico entre montañas.
Por último, Salalah celebra dos mil años de historia vinculados a la legendaria ruta del incienso y a su papel como enclave comercial en la Antigüedad, con conexiones con Roma y Egipto. A su valor patrimonial se suma el atractivo natural del khareef, la temporada del monzón que tiñe de verde el paisaje y convierte la ciudad en un destino singular en la región.
