Los tiempos de espera para pasar el examen de conducir son un grave problema en Guadalajara, como ha venido informando LA CRÓNICA. Sin llegar siempre a las demoras que aquí se dan, el problema es general en toda España y la Confederación Nacional de Autoescuelas (CNAE) ha empezado una campaña para ayudar a solucionarlo, con tu firma.
En efecto, la CNAE ha iniciado una campaña de recogida de firmas a través de la plataforma Change.org con el objetivo de exigir al Gobierno la cobertura urgente de las plazas vacantes de examinadores y garantizar el derecho de los ciudadanos a examinarse en tiempo y forma.
La reducción de 16 a 12 pruebas diarias por examinador y el aumento sostenido de la población han provocado una caída del 29 % en la capacidad operativa del sistema de exámenes desde 2011, haciendo que la plantilla establecida por la Administración resulte insuficiente para cubrir la demanda actual.
Además, en los meses estivales las autoescuelas soportan con más intensidad las consecuencias. “Un año más, la campaña de verano se ve amenazada en muchas provincias por la falta de examinadores. Hay plazas sin cubrir desde hace tiempo, los tiempos de espera se disparan y los perjudicados son siempre los mismos: los aspirantes, las autoescuelas y, en última instancia, toda la sociedad”, afirma Enrique Lorca, presidente de CNAE.
Una capacidad que no se ajusta a la realidad del país
En 2011, un examinador podía llegar a realizar hasta 16 pruebas prácticas al día. Sin embargo, esa cifra se ha ido reduciendo de forma progresiva como consecuencia de distintos factores: la necesidad de reducir la carga de trabajo, mejorar las condiciones laborales o incorporar criterios de calidad en la evaluación. Desde 2020, el máximo se sitúa en 12 exámenes diarios, lo que representa una reducción del 25 % en la capacidad operativa por examinador.
Actualmente hay 855 examinadores en activo, la cifra más alta desde 2012. No obstante, esta plantilla resulta insuficiente para absorber la demanda actual: la capacidad total del sistema ha pasado de más de 13.000 pruebas diarias a poco más de 10.000.
Este descenso se produce en paralelo a un crecimiento sostenido de la población. España ha pasado de 46,6 millones de habitantes en 2016 a más de 49 millones en 2025. Como resultado, la capacidad de examen por habitante ha caído cerca de un 29 % en menos de una década.
Medidas de alivio, pero no soluciones de fondo
Desde 2020 se han puesto en marcha medidas que han permitido dar algo de oxígeno al sistema, como la figura del examinador interino —inexistente hasta entonces— o el uso de horas extraordinarias para reforzar los picos de demanda. CNAE valora estos esfuerzos como pasos positivos, aunque insuficientes.
“Estos parches permiten aguantar un poco más, pero no resuelven el problema de fondo. La única solución real pasa por aumentar de forma estable la plantilla estructural de examinadores”, añade Lorca.
Según los cálculos de CNAE, serían necesarios al menos 1.260 examinadores en activo para alcanzar un nivel de servicio equivalente al de 2011, ajustado al contexto actual. En este momento, faltarían más de 400 profesionales para lograrlo.
