Después de muchos años en los que el envejecimiento de los edificios se resolvía en Guadalajara con su demolición, dejando en herencia más de un centenar de solares por la ciudad, el viento parece estar cambiando de dirección.
El suelo para construir se está agotando en las zonas de expansión de la capital alcarreña, como consecuencia de no haber sido capaces en todo este siglo de sacar adelante el varias veces intentado nuevo Plan de Ordenación Urbana.
Como eso ya se da por imposible, la solución intermedia habrá de ser la reforma parcial del documento vigente desde hace dos décadas. Algo que tampoco puede ser inmediato: no estará resuelto hasta mediados del próximo mandato municipal, quizá en 2029.
Mientras, la demanda de vivienda no deja de crecer, los precios de compra suben y los de alquiler, más aún.
Así las cosas, rehabilitar se está convirtiendo en una opción cada vez más interesante para propietarios y promotores en Guadalajara, sin necesidad de llegar a la obra nueva o, como en un reciente caso de la Calle Mayor, haciendo un vaciado que respeta la fachada para obtener más superficie edificada que en el inmueble original, al poder construir también un piso bajo cubierta.
La tendencia sigue. De hecho, este mismo martes la Junta de Gobierno Local ha aprobado licencia de obra para la rehabilitación del edificio del número 6 de la Plaza de España… justo al lado de un solar y otro edificio deshabitado, como muchos de la ciudad.
Ayudas desde el Ayuntamiento
Ha sido el concejal de Urbanismo, Alfonso Esteban el que ha presentado poco después, tras salir de la reunión de la Junta Local, dos líneas de ayudas para facilitar la «reconstrucción» del tan maltratado casco viejo de Guadalajara. Las partidas que se dedican no son grandes, pero pueden ser un incentivo.
Así, para la rehabilitación de edificios o la nueva edificación en solares se dedicarán hasta 100.000 euros.
El plazo de solicitud termina el 16 de octubre, tanto para propietarios como comunidades de vecinos, promotores o titulares de algún Plan de Actuación Edificatoria (PAE).
Se paga con esta línea hasta el 5% del proyecto de rehabilitación, con un máximo de 35 euros por metro cuadrado. Se tendrán más en cuenta para la asignación de los fondos aquellos casos en los que se trate de un edificio protegido y los que incluyen mejoras de eficiencia energética.
La mitad, 50.000 euros, es lo reservado para la línea de ayudas destinada a abaratar algo los estudios arqueológicos; el plazo termina el 23 de octubre próximo.
Estos informes arqueológicos son obligatorios en todo el centro y constituyen un gran engorro práctico y un sobrecoste, muchos veces nada desdeñable. En estos casos, se abona el 90% de los primeros 6.000 euros de la factura de los arqueólogos y el 50% del importe restante.
El Plan Especial del Casco Histórico, para fin de año
Al fondo, una cuestión que se repite cíclicamente también y que es la organización y mejora urbanística del casco histórico.
Los responsables municipales y los técnicos municipales trabajan con la idea de presentar el nuevo Plan Especial del Casco Histórico antes de que termine 2025.
El anterior equipo, el de Alberto Rojo como alcalde, lo publicitó como Plan de Recuperación del Casco Histórico. Más aún: Sara Simón presentó un Plan de Revitalización del Casco Histórico 2020-2030, que incluía la creación de la Oficina de Reactivación del Casco Histórico y la marca ‘Guada Casco Histórico’, junto con «ayudas a los propietarios de locales cerrados y la incentivación de negocios relacionados con el talento, la industria creativa, el diseño y la programación».
Ahora, un nuevo intento.
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