La consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha, Sara Simón, se ha referido este domingo a las declaraciones que realizó el pasado viernes, en las que puso en duda la legitimidad de la elección del secretario general, Pedro Sánchez, en las primarias.
Como recordarán los lectores de LA CRÓNICA, Simón aseguró ante los micrófonos que se inflaron entonces, en 2017, los censos de votantes, al menos en la provincia de Guadalajara. Ahora, lo reconsidera y sostiene que no debería haberse referido a ello. «Me arrepiento profundamente de haber hecho esa referencia».
En una publicación en su cuenta de Facebook, ilustrada con la fotografía del cardo borriquero que reproducimos en esta noticia, Simón edtima que no debería haberse referido a esto «porque no aporta nada a la situación que estamos atravesando en estos momentos», porque sus declaraciones «se han desvirtuado» –las «creía necesarias en este momento», aclara– y «porque algunos compañeros y compañeras se han sentido ofendidos por ellas».
«Soy humana», dice Simón
«Para todos los que os hayas sentido ofendidos o que hayáis entendido que he cometido un error, mis más sinceras disculpas. Soy humana, y como tal, imperfecta. Si que me gustaría aclarar que las declaraciones no son inducidas por nadie, y que si fue un error, fue un error único y exclusivamente mío», indica la consejera.
De otro lado, asegura que intentó «mostrar un sentimiento que, creo, es compartido de muchas compañeras y compañeros: el de vergüenza, el dolor y la incomprensión absoluta de que en nuestro partido se estén produciendo estas conductas».
Dice ser consciente de que dentro del PSOE «hay comportamientos machistas. Los hay porque el partido lo conformamos hombres y mujeres que nos hemos educado en una sociedad machista y que los llevamos intrínsecos en nuestros comportamientos diarios».
Por eso, continúa, «la inmensa mayoría de los hombres y de las mujeres que militamos en el PSOE nos reeducamos y reconstruimos para identificar esos comportamientos y para modificarlos haciendo nuestro entorno un espacio plenamente igualitario entre hombres y mujeres».
Tras recordar los «avances legislativos» para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres que han venido de la mano de gobiernos socialistas, indica que también se ha visto «en estos últimos días, con mucho dolor, como esos compartimentos de abuso sexual que se repetían en nuestra sociedad también están instalados en la estructura de nuestra organización».
«Quizás podrían ser casos aislados, pero con preocupación vemos como alguno de esos casos, los más lacerantes, eran llevados a cabo por hombres que estaban en el entorno más íntimo de nuestro secretario general», indica en referencia a Pedro Sánchez, del que manifiesta que «quizás no era conocedor de estos comportamientos de sus colaborares más íntimos, pero yo siempre he pensado que cada cual somos responsables de nuestros actos y de los actos de las personas de quien somos responsables de sus nombramientos».
Según Simón, dada «la gravedad de la situación que estamos atravesando, no solamente en lo que tiene que ver con los abusos sexuales, sino también con los presuntos casos de corrupción, trasladé la necesidad de que fuera el propio secretario general el que asumiese la responsabilidad de la situación y liderase un proceso realmente regenerador».
En opinión de la consejera de Igualdad, el PSOE no puede «aspirar a ser un partido con una décima menos corrupción que el PP o una décima menos de machismo que el PP. Nuestro carné nos exige ser honrados y asumir comportamientos éticos y morales irreprochables», concluye.
Texto íntegro
Más mayor comprobación de lo dicho textualmente por Sara Simón reproducimos íntegro su extenso mensaje en Facebook:
Hace un par de días los medios de comunicación me preguntan, en mi condición de militante y de mujer, sobre mi opinión respecto a todas las desgarradoras noticias que estamos conociendo desde que destapase que las denuncias que habían interpuesto dos compañeras contra Paco Salazar se habían quedado en un cajón.
Yo intenté mostrar un sentimiento que, creo, es compartido de muchas compañeras y compañeros: el de vergüenza, el dolor y la incomprensión absoluta de que en nuestro Partido se estén produciendo estas conductas.
Yo me afilié al PSOE porque representan los valores que siempre he defendido en mi vida: la igualdad por encima de todo, la solidaridad y la justicia social. Creo que nuestro Partido es la herramienta más bonita que tenemos para transformar la realidad. Pero también soy consciente que dentro de nuestro partido, que es una parte más de la sociedad, hay comportamientos machistas. Los hay porque el Partido lo conformamos hombres y mujeres que nos hemos educado en una sociedad machista y que los llevamos intrínsecos en nuestros comportamientos diarios. Por eso, la inmensa mayoría de los hombres y de las mujeres que militamos en el PSOE nos reeducamos y reconstruimos para identificar esos comportamientos y para modificarlos haciendo nuestro entorno un espacio plenamente igualitario entre hombres y mujeres.
Es indudable que los principales avances legislativos para garantizar la igualdad entre hombres y mujeres han venido de la mano de gobiernos socialistas, como la ley contra la violencia de género o la ley de igualdad. Leyes de las que sentimos un profundo orgullo porque han contribuido de una manera determinante a crear herramientas de protección para las mujeres víctimas de la violencia de género, a concienciar y a educar a la sociedad sobre la gran injusticia que supone que el 51% de la ciudadanía, las mujeres, tengamos que salir de casa con miedo a sufrir un acoso, un abuso, una violación o a ser asesinadas.
Pero también hemos visto en estos últimos días, con mucho dolor, como esos compartimentos de abuso sexual que se repetían en nuestra sociedad también están instalados en la estructura de nuestra organización. Quizás podrían ser casos aislados, pero con preocupación vemos como alguno de esos casos, los más lacerantes, eran llevados a cabo por hombres que estaban en el entorno más íntimo de nuestro Secretrio General. A muchas personas aún nos resuenan los comentarios obscenos de Abalos, o se nos caen las lágrimas cuando leemos las denuncias de las compañeras en las que describían como Paco Salazar se abrochaba la bragueta en su cara.
Quizás el Secretrio General no era conocedor de estos comportamientos de sus colaborares más íntimos, pero yo siempre he pensado que cada cual somos responsables de nuestros actos y de los actos de las personas de quien somos responsables de sus nombramientos.
Me duele especialmente también en estos días ver cómo se están poniendo el foco en las compañeras, en primer lugar en Pilar Bernabé, como si fuera ella la responsable de que no se hubieran atendido a esas denuncias o, directamente responsabilizándoles de que existan estos comportamientos dentro del Partido. Ahora el foco está en nuestra Secretaria de Organización, Rebeca Torró, a la que hay que recordar que querían nombrarle como adjunto al propio Paco Salazar. Yo jamás he visto que cuando nombran a un hombre secretario de organización se le nombre un adjunto. Y esas diferencias, duelen.
Por eso, y dada la gravedad de la situación que estamos atravesando, no solamente en lo que tiene que ver con los abusos sexuales, sino también con los presuntos casos de corrupción, traslade la necesidad de que fuera el propio Secretrio General el que asumiese la responsabilidad de la situación y liderase un proceso realmente regenerador.
Porque nosotros no podemos aspirar a ser un Partido con una décima menos corrupción que el PP o una décima menos de machismo que el PP. Nuestro carnet nos exige ser honrados y asumir comportamientos éticos y morales irreprochables.
En esas declaraciones también hice referencia a momentos pasados como el de las primarias. Ciertamente no debería haberlo hecho, porque no aporta nada a la situación que estamos atravesando en estos momentos. Aquellos años fueron momentos difíciles en los que todos cometimos errores, yo la primera, pero siempre he sentido un gran orgullo de cómo después de aquellos momentos desgarradores supimos reconstruirnos y centrarnos en lo importante, que es trabajar por el bienestar de las personas. Hoy me arrepiento profundamente de haber hecho esa referencia, en primer lugar por que se han desvirtuado mis declaraciones, que creía necesarias en este momento, y después, y no menos importante, porque algunos compañeros y compañeras se han sentido ofendidos por ellas.
Para todos los que os hayas sentido ofendidos o que hayáis entendido que he cometido un error, mis más sinceras disculpas. Soy humana, y como tal, imperfecta.
Si que me gustaría aclarar que las declaraciones no son inducidas por nadie, y que si fue un error, fue un error único y exclusivamente mío.
Para terminar, me gustaría que nos centrásemos en lo importante, en la situación actual que tenemos dentro del Partido, en las herramientas que debemos poner en marcha para alejar cualquier comportamiento alejado de la ética y del respeto a las mujeres. Por eso quiero agradecer al PSOE Guadalajara que el pasado viernes, y de manera urgente, lanzara un comunicado llamando la atención sobre estas cuestiones.
En cualquier caso, si hay dudas, reproches o conversaciones ya sabéis que, como siempre, me tenéis a vuestra disposición.
¡Feliz domingo!