Lo que ya denunciaba el martes LA CRÓNICA se ha repetido el miércoles: una cola, muy madrugadora, que se adentra bastantes metros por la calle Topete, rampa abajo.
Decenas de personas –esencialmente «nuevos guadalajareños», aunque no solo– esperaban desde primer hora y por segundo día consecutivo con obligada paciencia hasta poder acceder al edificio, donde se encuentra la Delegación de Educación, que era su objetivo.
¿A qué venía tanta cola?
A lo de casi todos los cursos.
Todo gira en torno a problemas con el inicio del curso escolar: algunos no han presentado en forma la solicitud de plaza; otros están a la espera de resolución porque la han presentado a última hora y, ante la duda, prefieren preguntar; otros más, quieren pedir cambio de centro o agrupación de hermanos…
Cuestión de tiempo y de paciencia que todo se resuelva. Ya van dos días seguidos.
