Viernes de Ferias, con Guadalajara empezado a disfrutar de una jornada doblemente festiva, ya que también es día de cierre comercial y con los vecinos de la ciudad sib obligaciones laborales.
Al amanecer del 19 de septiembre, por tanto, la curiosidad por el nuevo encierro no ha menguado, 24 horas después de su estreno en el nuevo recorrido. Las expectativas eran grandes, sobre todo por la falta de problemas de la víspera.
Los toros de José Vázquez están entre los más apreciado por el aficionado de todo el campo bravo y en las calles de Guadalajara han creado infinidad de problemas para los pastores, al hacer el recorrido por detrás de los cabestros en su totalidad y, sobre todo, por desperdigarse. Por ejemplo, los que hacían cuarto y quinto estuvieron a punto de volverse a las puertas mismas del coso.
Pasaban 11 minutos, 11, desde el inicio y el último ejemplar aún estaba entrando por Santo Domingo, después de haberse emplazado durante mucho tiempo a la altura de «Novoplex», en medio de la Calle Mayor Alta. Hasta coleos se han visto allí para levantar al animal, en una escena muy poco agradable.
Mientras, otro de sus hermanos aún seguía en medio del ruedo, desatendiendo a los cabestros vueltos a sacar desde los toriles. Tuvo que ser Aurelio, el conocidísimo encargado de lanzar los cohetes, quien lo consiguiera llamando su atención desde el interior de los propios toriles, jugándose el tipo.
Con un cuarto de hora de encierro ya vencido, con imágenes más propias de cualquier festejo popular por las calles de los pueblos de la provincia, la cosa seguía a paso lento por Santo Domingo, sin aparente buena solución. Tanto era así, que a los 21 minutos del inicio del encierro se tomó la decisión de soltar a todos los mansos desde la plaza de toros, en busca del toro rezagado. Por entonces, el astado esperaba delante de la iglesia, sin vuelta atrás por haberse utilizado una de las puertas antirretorno.
Al borde ya de la media hora, aún se «tiraba» del toro en los primeros metros de Capitán Arenas. Pasada la media hora, seguía por allí.
Hasta 44 minutos después de comenzar en en el Mercado de Abastos no terminaba el encierro más largo de la historia de Guadalajara. Irrepetible… porque no se debe repetir algo así o ni siquiera parecido.
Después de todo eso, ponerse delante en la corrida de la tarde será un reto. Víctor Hernández y Ginés Marín tienen ante sí toda una papeleta.
Nuestro colaborador Luis Díaz Viejo nos aporta una galería memorable de imágenes de este peculiar encierro, que pasará a los anales de la ciudad:
















