El exceso de mortalidad fue uno de los indicadores más claros para valorar el alcance de la pandemia en España, tras meses de estadísticas cuestionadas. Pasa el tiempo y el fenómeno permanece. En el año 2022, según se acaba de conocer, murieron en España 33.900 personas más de las previstas. De esas muertes, 5.876 fueron atribuibles a las altas temperaturas registradas a lo largo del verano. Son datos extraídos del sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo). En Castilla-La Mancha, concretamente, murieron 1.304 personas más de las previstas, donde se aprecian dos «picos», en junio y en julio, con muertes atribuibles al calor.
El exceso de mortalidad va descendiendo si se compara con el del año 2020, cuando se situó en las 73.222. Entonces fue claramente debido a la aparición del coronavirus, el cual ya ha provocado la muerte en España de 117.413 personas.
Por comunidades autónomas, en 2022 se han producido en Andalucía 3.293 muertes más de las esperadas; en Aragón 1.619; en Asturias 1.232; en Baleares 1.494; en Canarias 2.111; en Cantabria 896; en Castilla y León 3.402; en Castilla-La Mancha 1.304; y en Cataluña 3.196.
Asimismo, en la Comunidad Valenciana se han producido 4.607 fallecimientos más de los previstos; en Extremadura 1.296; en Galicia 3.333; en la Comunidad de Madrid 2.311; en Murcia 719; en Navarra 951; en el País Vasco 1.961; en La Rioja 254; en Ceuta 16; y en Melilla -95.