Es la urbanización más conocida de la ciudad de Guadalajara, con acceso controlado por seguridad privada y con décadas de historia durante la cual ha servido como primera o segunda residencia de algunas de las familias con más renombre de la capital. Hablamos de El Clavín, que desde la carretera de Chiloeches es una atalaya para divisar desde el Ocejón hasta Madrid… y de paso, esconder un cultivo de droga.
Un incendio en uno de sus chalés ha servido para que la Policía Nacional desmantele un cultivo «indoor» de marihuana. Esa fue la circunstancia que permitió descubrir el martes, día 2 de julio, lo que se ocultaba dentro de las paredes de la amplia vivienda, cuando los agentes respondían a un aviso tras detectarse fuego en el inmueble.
La tarde del pasado martes, en efecto, recibía el 091 un aviso por ese siniestro. Tras comprobar que no había personas en peligro en el interior de la vivienda o en los inmuebles cercanos, y mientras los Bomberos de Guadalajara sofocaban las llamas, los agentes observaron que en las habitaciones anejas al garaje se encontraban almacenadas una gran cantidad de plantas de marihuana, focos, ventiladores y otros efectos que indicaban la presencia de un cultivo «indoor».
A raíz de este hallazgo, y una vez que la situación de peligro quedó controlada, se solicitó una autorización judicial para realizar un registro en el inmueble, que fue concedido y permitió incautar en el interior 529 plantas de marihuana, 26 envoltorios de cocaína y varias bolsas con polvo de hachís.
Además, a pocos metros de la entrada del garaje se descubrió un enganche al suministro eléctrico que abastecía ilegalmente de electricidad a toda la infraestructura del cultivo ilegal compuesta por 20 lámparas LED, 14 ventiladores, filtros, extractores y dos aparatos de aire acondicionado.
Como resultado de esta operación se procedió a la detención del presunto responsable del cultivo, a quien se le imputa un delito contra la salud pública y otro de defraudación de fluido eléctrico.