Si hace ahora un año en Guadalajara se recordaba a los asesinados el 11 de marzo de 2004 con velas y música en la Plaza Mayor, las circunstancias de este 2025 no permitirán esas misma solemnidad.
Con la capital y el resto de localidades cercanas al Henares preocupadas con la crecida del río más la lluvia incesante de estos días, la programación del recuerdo a las víctimas está necesariamente condicionada.
Con todo, la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, intentará estar sucesivamente esta mañana ante la placa que Alberto Rojo instaló en la estación de Renfe y, acto seguido, presidir otro homenaje en la Glorieta de las Víctimas del Terrorismo.
Como colofón, está programado un minuto de silencio en la Plaza Mayor a las 12 del mediodía, todavía sin reloj municipal que dé las campanadas.
Todo si la lluvia, inclemente este martes, y sus posibles efectos sobre el cauce del Henares lo permite.
