¿Tiene sentido rescatar a Ovidio en estos tiempos tan ingratos para la cultura clásica? ¿Es posible que con la excusa de las «Metamorfosis» haya miles y miles de personas deseosas de encerrarse por un buen rato dentro de las paredes de un museo? En Amsterdam creen que sí. En Roma, también.
Si le damos la vuelta al razonamiento, ¿quién no se va a movilizar por la pasión y el deseo, la lujuria y los celos, la astucia y el engaño? Millones de personas se movilizan a diario por esos impulsos delante de un televisor.
Aclaremos que no estamos hablando de ningún programa vespertino concreto donde los tertulianos despellejan a celebridades que no merecerían nunca su fama si atendemos a sus méritos. Hablamos de arte en su más rigurosa consideración y del Rijksmuseum y de la Galleria Borghese.
Como bien razonan los organizadores de una magna exposición prevista en ambas ubicaciones para este 2026 «pocos textos clásicos han conmovido la imaginación de los artistas tan profundamente como las Metamorfosis de Ovidio» .
Con ese leitmotiv han agrupado obras de Tiziano, Correggio, Cellini, Caravaggio, Rubens, Rodin, Brancusi, Magritte y Bourgeois. Más de 80 piezas llegadas de todo el mundo y que podrán admirarse del 6 de febrero al 25 de mayo de 2026 en el célebre museo de la capital neerlandesa.
La misma exposición se presentará, aunque en una configuración diferente, en la Galleria Borghese del 22 de junio al 20 de septiembre de 2026.



¿Qué destaca en la muestra del Rijksmuseum?
Metamorfosis reúne, como queda dicho, más de 80 obras destacadas de colecciones internacionales.
Las obras incluyen la Dánae de Tiziano, pintada para Felipe II; Minerva y Aracne de Tintoretto; los icónicos Júpiter e Ío de Correggio, así como Ganimedes raptado por el águila y Dánae (todos pintados para el duque de Mantua); Narciso de Caravaggio y Pigmalión y Galatea en mármol de Rodin, presentados junto con la pintura de Gérôme sobre el tema.
También se exhibirán tres de los rostros grotescos compuestos de Arcimboldo. Además, el bronce de tamaño natural Perseo con la cabeza de Medusa, realizado por el artista holandés Hubert Gerhardt para el duque de Baviera, se exhibirá por primera vez junto con su modelo, el prototipo de la famosa obra de Cellini del mismo título
«La exposición presenta arte de todos los siglos en una variedad de medios, con pintura, escultura, orfebrería y cerámica, así como fotografía contemporánea y videoarte», apostillan desde el museo.
¿Amsterdam o Roma? Que el lector de LA CRÓNICA elija.
