El trasvase Tajo-Segura permanecerá cerrado a partir de este mes de septiembre y durante un periodo de tres meses, aproximadamente. El que no haya derivaciones hasta final de año no es el triunfo de ningún argumento expuesto por los políticos provinciales o regionales, sino una mera cuestión práctica. Hay que llevar a cabo unas obras en el embalse de La Bujeda, para atajar filtraciones. Hace ya muchos meses que se detectaron en este minúsculo embalse alcarreño las fisuras, cuyo arreglo exige el vaciado previo e interrumpir el uso habitual del Trasvase Tajo-Segura.
El inicio de los trabajos se lo han comunicado a la Mancomunidad de Aguas de Entrepeñas y Buendía desde la Secretaría de Estado de Transición Ecológica. La medida rige ya desde el inicio de septiembre, coincidiendo precisamente con el cierre del año hidrológico.
El inicio de las obras se había anunciado en abril y fijado anteriormente para el mes de mayo o junio. El retraso, como tantos otros en España, se atribuye a la pandemia de COVID-19.
Entrepeñas, al 40 por ciento
Aunque esto puede facilitar que los pueblos ribereños cierren la temporada estival con muy buenos resultados, hay matices. Como destaca el presidente de los ribereños, Borja Castro, el embalse de Entrepeñas está ya por debajo del 40 por ciento. Con ese nivel, las actividades náuticas empiezan ya a estar más que comprometidas.
Por otro lado, para la segunda quincena de septiembre está previsto también que la Asociación de Municipios Ribereños se reúna en comisión técnica con el fin de que la obra de Morillejo, pendiente de finalizar desde hace años, se desatasque, así como para reclamar el impulso de los proyectos que aún quedan pendientes de ejecutar, primando sobre todo intervenciones hidráulicas como renovaciones de redes y de aprovechamiento del agua.
¿Cómo es el embalse de La Bujeda?
El embalse de La Bujeda se queda sin una gota de agua y a la espera de una reparación que ataje las fugas de agua que viene sufriendo. Por su tamaño, es realmente poco importante, ya que apenas contiene 7 Hm3 cuando está lleno. Sin embargo, su función sí tiene relevancia: es una infraestructura intermedia que almacena y redistribuye los volúmenes de agua que se desembalsan desde la cabecera del Tajo para ser derivadas hasta el Levante por el Trasvase. El embalse de La Bujeda fue puesto en servicio en 1976 y ocupa una superficie de 55 hectáreas.
La Dirección General del Agua del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico decidió activar en su día el plan de vaciado controlado del embalse de La Bujeda tras la localización de filtraciones durante el control de seguimiento de las instalaciones, ubicadas en el término municipal de Almonacid de Zorita.
Tras la visita de los técnicos de la Dirección General del Agua y de la Confederación Hidrográfica del Tajo, se programaron las labores para acometer el proyecto de sellado, que conllevan el cierre del trasvase durante el tiempo necesario hasta su finalización, a partir del momento de su vaciado completo, que se preveía fuese a finales del mes de mayo.