Poco antes de las cuatro de la tarde de este miércoles se ha tenido noticia del hallazgo del cadáver de una mujer en Ruguilla, la localidad donde había sido ubicada Ramy Taccarelli, a la que se buscaba desde el pasado día 18.
Hasta el lugar se han dirigido de inmediato patrullas de la Guardia Civil, según ha podido confirmar LA CRÓNICA en varias fuentes, tanto de la investigación como de la Subdelegación del Gobierno en Guadalajara.
A las siete y media de la tarde la juez estaba procediendo al levantamiento del cadáver.
El cuerpo habría sido descubierto de manera accidental por la persona que ha notificado el hallazgo al 112, en una cueva del paraje conocido como «El Barranco» de Ruguillla.
El aviso ha llegado al 112 a las tres y media de la tarde, movilizándose a partir todo el dispositivo previsto para estos casos, que incluía médico y ambulancia de Urgencias, que solo han podido certificar la defunción.
No se han identificado los restos en el momento de publicar este avance informativo.
El caso de Ramy, entre la opacidad policial
No fue hasta este martes cuando la Policía Nacional pidió la colaboración ciudadana para disponer de datos sobre el paradero de Ramy Taccarelli.
A través de la red social X, la Policía Nacional facilitaba un número de teléfono para que quienes tuvieran información lo comunicaran directamente a los investigadores.
En ese tuit, se daba por cierto que la última vez que se la vio –el pasado miércoles, 18 de junio– «se dirigía a Alcalá de Henares junto a su compañero sentimental». En el círculo más cercano a la mujer, sin embargo, se vinculaba la desaparición desde un primer momento con su paso por Ruguilla. Presumiblemente, fatal.
LA CRÓNICA ha venido dando cuenta permanente de este caso, del que no se facilitó ninguna información por los cauces oficiales, silencio que en gran medida ahora se mantiene.
