7.9 C
Guadalajara
4 diciembre 2025
InicioLocalYa se ve de nuevo la torre del Ayuntamiento de Guadalajara

Ya se ve de nuevo la torre del Ayuntamiento de Guadalajara

Las obras en la torre del Ayuntamiento de Guadalajara se iniciaron en agosto de 2024. Ya se vuelve a ver tal y como era.

-

Este lunes comenzaba el desmontaje del andamio que viene cubriendo desde hace casi un año la torre del Ayuntamiento de Guadalajara.

El martes por la mañana, el andamio seguía ahí, en buena medida, pero al menos el telón que lo cubría había desaparecido ya y volvía a verse la torre tal y como la recordábamos.

Tanto es así que las novedades se aprecian exclusivamente en el cimborrio metálico, limpio y repintado después de haber reparado todas las partes que estaban oxidadas.

La estructura metálica que sujeta las campañas, que contrastan más que antes, presentaba óxido en muchas de sus partes. (Foto: La Crónic@)

Hay que remontarse a julio de 2024 para llegar al momento en que se anunció que era necesario el arreglo, que de modo efectivo se inició el 13 de agosto del pasado año.

La torre del Ayuntamiento de Guadalajara requería de reparaciones urgentes, que en principio se creía hacían necesario el desmontaje de su cimborrio metálico, incluidas las campanas, así como del reloj y su más que centenario mecanismo. No se llegó a eso, pero el trabajo ha sido muy laborioso.

En martes y 13 se iniciaba el montaje del andamio, que se iba a mantener solo para tres meses. Casi un año ha sido necesario para que esos andamios desaparezcan de la Plaza Mayor. Como para dar pábulo a los supersticiosos. Su final, que no será cosa de un solo día, ha llegado ahora.

Según ha podido confirma LA CRÓNICA, se espera que los operarios den por terminada su tarea el miércoles, día 25.

Responsables del proyecto y de su ejecución han destacado a este diario que todas las partes corroídas se han retirado una tras otra, para ser restauradas en un taller y puestas de nuevo en su lugar de origen.

Incluso seguirá en su sitio la histórica alarma que avisaba a la población de los bombardeos durante la guerra civil, al igual que las campanas que desde hace más de un siglo marcan las horas y los cuartos y, con ello, el ritmo de la capital.

La mejora ha alcanzado a la estrecha escalera de acceso al reloj, que requiere de frecuente mantenimiento.


Más información: