Siete son los individuos identificados, y detenidos, por la Guardia Civil como integrantes de una banda de ladrones de cable, esencialmente de telefonía, que dejaron su huella hace ya más de un año en Guadalajara. Todo este tiempo ha sido necesario para ponerlos delante del juez. En este período han logrado robar 100 kilómetros de cable, sobre todo en la provincia aunque también «trabajaban» en Madrid, Cuenca, Toledo, Segovia, Valladolid, Palencia y Zamora. El valor estimado es de unos 910.000 euros.
A los detenidos se les atribuyen más de un centenar de robos. Hay una octava persona importante en todo esto, por ahora sólo investigada, que es el chatarrero de San Fernando de Henares que les compraba el material. En sus instalaciones se ha recuperado una tonelada de cobre quemado procedente de los robos del tendido eléctrico, así como abundante documentación. Una cantidad similar ya fue robada en 2021 por otros delincuentes, según informó LA CRÓNICA en su momento.
Tras sus pasos después de arrasar 30 pueblos de Guadalajara
La operación, insistamos, se inició en enero de 2022, cuando la Guardia Civil detectó un aumento de robos de cableado perteneciente al tendido telefónico que afectó a unas 30 poblaciones de la provincia de Guadalajara, donde se vio interrumpido el servicio telefónico de forma temporal.
Continuando con las investigaciones, los agentes detectaron dos grupos diferentes, ambos asentados en la Comunidad de Madrid y que se dedicaban en exclusiva a este tipo de robos. Para sus andanzas, compraban coches y furgonetas de segunda mano, que abandonaban una vez utilizados.
La Guardia Civil detuvo a cuatro personas en la localidad segoviana de Cerezo de Abajo al ser sorprendidas serrando varios postes del tendido telefónico. El segundo de los grupos criminales fue desarticulado el pasado de mes de enero con la detención de otras tres personas, dos en la localidad de Coslada (Madrid) y otra más, en Guadalajara.
Serraban los postes, para no tener que subir a ellos
Los presuntos autores de estos hechos serraban los postes telefónicos y una vez que se encontraban en el suelo seccionaban los cables en tramos de unos 10 metros de longitud. Posteriormente los quemaban en el campo, en zonas aisladas para desprender la cubierta del cableado y su posterior venta en el mercado ilegal.
Como resultado de esta operación se han esclarecido más de 70 robos cometidos en la provincia de Guadalajara y cerca de 35 delitos más en las provincias de Madrid, Cuenca, Toledo, Segovia, Valladolid, Palencia y Zamora.
Los resultados han sido presentados este jueves en una rueda de prensa específica, celebrada en la Comandancia de Guadalajara, con la presencia de la subdelegada del Gobierno y de la jefe de la Benemérita en la provincia.