El pasado domingo no fue día de libranza para los agentes de la Guardia Civil que detuvieron a un sujeto con numerosos antecedentes policiales. Esta vez, el individuo acaba de perpetrar un robo con violencia e intimidación, un caso al que es difícil concederle la presunción. Se trata de un español, de 38 años de edad.
Este hombre, tras intimidar con un arma blanca al empleado de una estación de servicio de la A-2 en Azuqueca, a la altura del kilómetro 41.5 obtuvo un botín casi miserable: unos 320 euros.
Tras la inmediata llamada al 062, una patrullo localizó en cuestión de minutos al, ahora sí, presunto ladrón, tras encontrar primero el coche utilizado en la huida.
En el vehículo había diversos objetos relacionados con el robo, así como un cuchillo de grandes dimensiones utilizado minutos antes.
En el momento de la detención se pudo comprobar que este delincuente contaba con numerosos antecedentes policiales, así como con una orden de detención y puesta a disposición del juzgado número 1 de Ocaña, de Toledo.
Esta vez, el juez de guardia de Guadalajara decretó su ingreso en prisión.
