Dos españoles y un ucraniano han terminado siendo detenidos por la Guardia Civil de la Guadalajara, acusados de estafar más de 42.000 euros a una empresa de transportes. Para hacer tan cuantioso «roto», han necesitado tiempo y el uso, fraudulento, de una tarjeta de repostaje de carburante.
Efectivos de la Guardia Civil Sigüenza se movilizaron tras la denuncia de un empleado de una estación de servicio ubicada de la A-2. Según sus declaraciones, varias personas habrían repostado gasoil con una tarjeta de combustible de una empresa. Las sospechas surgieron al ver que eran «trabajadores» diferentes a los habituales.
Todo comenzó cuando uno de los tres miembros de esta peculiar banda (que acumula numerosos antecedentes en cada uno de sus integrantes) se hizo con la tarjeta de la empresa.
Matriculas falsas y muchos meses por delante
Posteriormente, trazaron un plan y lo llevaron a cabo: utilizaron varios vehículos, con depósitos auxiliares externos para la carga del combustible. Estos vehículos llevaban matrículas falsas «para suplantar al que realmente tenía asignada la tarjeta de repostaje», según detallan desde la Comandancia de Guadalajara.
La cosa viene de atrás, que estos repostajes se iniciaron en enero pasado. Con este sistema se hicieron con alrededor de 32.000 litros de gasoil, valorados en unos 42.000 euros.
El desenlace llegó el pasado 27 de noviembre, cuando los tres miembros del grupo fueron detenidos en Guadalajara. Tienen edades comprendidas entre los 26 y los 58 años.
Fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Sigüenza como presuntos autores de los delitos de pertenencia a grupo criminal, estafa continuada, falsificación de documento público y suplantación de identidad empresarial.
