Antes de que lleguemos al Día de la Salud (ya saben, el 22 de diciembre, después de comprobar que el Gordo tampoco nos ha tocado este año) quienes se acerquen hasta aquí encontrarán motivos, al menos, de sentirse más confortables y llenos de espíritu navideño. Con tanto esfuerzo desinteresado, estar enfermo en Navidad es un poco más llevadero.
Hablamos del Centro de Salud del Alamín, ese mismo que suele ser noticia por su saturación, a falta de que el tantas veces prometido de Los Valles llegue en su auxilio.
Al hilos de estos días tan especiales, buena parte de los profesionales del centro han puesto su esfuerzo y su corazón en este empeño, superado con sobresaliente, como se aprecia en la amplia galería gráfica de LA CRÓNICA:













