Macron se echa para atrás, poco antes de salir del avión, a su llega a Vietnam en viaje oficial. ¿Qué ha pasado? Todo indica que es su mujer, Brigitte, la que le ha propinado un inesperado guantazo… captado desde el exterior. O, si se prefiere, le ha apartado la cara con gesto sostenido de su mano.
La pareja presidencial llega a descender por la escalerilla sin nuevos encontronazos, aunque ella rechaza el brazo que le ofrece su marido, el presidente de la República Francesa.
El Elíseo, en primera instancia, intentó atribuir la escena a un «fake» de inteligencia artificial, aunque finalmente tuvo que reconocer la realidad de las imágenes. Las explicaciones oficiales han sido varias e insuficientes para justificar lo que queda bien a la vista.
Lógicamente, las imágenes han causado un especial impacto en Francia, aunque se las quiera presentar como «un momento de complicidad entre la pareja»:
