En plena temporada de recogida del espárrago verde de Guadalajara llega la noticia de la constancia de robos en pleno campo.
No es la primera campaña en que ocurre esto ni, presumiblemente será la última, unos hechos que desaniman a los productores y alarman a organizaciones como APAG, que lo ha denunciado.
Esta vez ha sido una hectárea completa la que ha sido arrasada por unos desconocidos. Se trataba de espárrago violeta en una finca del agricultor Javier Asenjo, en Los Parrales.
A mayor abundamiento, se destaca la impericia de los propios ladrones, que cortan mal los espárragos y, después de los destrozos causados, se llevan mucho menos de lo podrían pero dejan la explotación completamente devastada. Para el consumidor final, el precio del manojo ronda los 4 y 5 euros este año.
Los robos en el campo, también en la provincia de Guadalajara, son una práctica que alcanza también a la aceituna e incluso al maíz.
Hace dos años, y con este mismo titular LA CRÓNICA informaba de la oleada de robos que se estaban produciendo en el momento de la recogida de este producto. Entonces, se conjeturaba con que lo robado fuese destinado a la venta ambulante en mercadillos o en canales de distribución sin controles. Por eso, desde APAG apelaban a los consumidores para que no compren producto que no lleve un registro, número de lote y trazabilidad.
¿Cómo va la cosecha?
En cuanto a la propia cosecha del espárrago, según resultan desde APAG empezó muy tarde por las temperaturas y las lluvias. Su presidente asume que este año va a ser más escasa que en años anteriores, así como que los precios no son muy «boyantes».
La cosecha se ha retrasado este año, pero si bien habrá menos cantidad, recuerdan que en los mercados de APAG siempre hay espárragos y que también se envía gran parte de la producción a Francia, Holanda, y en el caso de España, a Barcelona, y «un poquito» a Mercamadrid, en Madrid, lamentado que en muchos supermercados de la provincia se vea un producto que proviene de otros países en vez de verse el de Guadalajara.