Las defunciones en Castilla-La Mancha en junio de 2020 han disminuido un
25,2 % con respecto a las inscritas en el mismo periodo del año anterior. Ese es el inesperado dato aportado por los registros civiles de la región, según lo acaba de comunicar el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. La impresión sería muy errónea si no descendiéramos al nivel de la provincia y comprobáramos más al detalle los datos. En Guadalajara, la capital acumula la gran mayoría de las inhumaciones, de las cuales un número todavía reseñable tienen que ver con el coronavirus.
De los 99 enterramientos que ha habido en junio en la provincia de Guadalajara, apenas 12 se han anotado fuera de la capital. De los 87 que se han llevado a cabo en la ciudad, 13 de los fallecidos lo fueron por COVID-19, con certeza o con sospecha fundada de la enfermedad. Eso supone haber cerrado el mes pasado con una mortalidad del 15 por ciento atribuible directamente al coronavirus.
Si miramos un poco más atrás, comprobamos que, en efecto, en la capital de la provincia aún seguimos estando en cifras muy altas de mortalidad para lo que venía siendo habitual. Sobre junio de 2019, se ha dado exactamente un incremento del 61 por ciento, con 87 frente a 54 óbitos. En 2018 los fallecimientos supusieron un número casi idéntico, con 53.
Ningún entierro de víctimas del COVID fuera de la capital
En el resto de la provincia no ha habido ningún entierro de ningún paciente sospechoso de COVID-19. De forma sorprendente, observando Guadalajara en su conjunto se da la extraña circunstancia de haber pasado de los 150 enterramiento totales de junio de 2019 a los apenas 99 de junio de 2020, lo que implica una reducción del 34 por ciento en las inhumaciones en el total de la provincia. Y lo raro es lo de este año, no lo del anterior: en 2018 hubo incluso más enterramientos en el mes de junio, con 164.
En datos concretos, los registros civiles de Castilla-La Mancha han expedido el pasado mes de junio 1.152 licencias de enterramiento cuando en el mismo mes de 2019 se
registraron 1.541 defunciones. Y de ese número de 1.152, en 142 licencias de enterramiento, lo que representa el 12,3 % en las que se recoge como causa del fallecimiento COVID o sospecha compatible con COVID. A estos efectos, se considera «sospecha» cuando se recoge dicha probabilidad en el certificado médico de defunción o existen motivos para ello, por concurrir procesos patológicos de tipo pulmonar
compatibles con dicha causa.
Sea como fuero, en términos generales la reducción del impacto del coronavirus durante el mes de junio es más que evidente, también en las inhumaciones. De la revisión de las licencias de enterramiento del mes de junio se constata una sustancial disminución de las inscripciones de defunción dentro de las cinco provincias de Castilla-La Mancha en las que existen causas de fallecimiento por COVID confirmadas o sospechas de causas compatibles con el COVID, fenómeno que ya se apreció en los datos ofrecidos por el TSJCLM referidos al
mes de mayo.