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29 noviembre 2025
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Guadalajara tiene un pueblo sin vecinos ni okupas, pero que sobrevive: Umbralejo

Andando el tiempo, Umbralejo se ha convertido en algo muy diferente a lo que fue en sus inicios y a lo que llegó a ser más tarde.

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Durante muchos años, fue un pueblo abandonado, en medio de los montes repoblados por el ICONA. Entre las postrimerías del franquismo y los primeros años de la Transición, aquello era un entorno propicio para constatar la despoblación de la provincia y, si acaso, celebrar algún campeonato de caza por los contornos.

Andando el tiempo, Umbralejo se ha convertido en algo muy diferente. Por ejemplo, este verano recibirá a 200 estudiantes, que participarán en el programa “Recuperación y utilización educativa de pueblos abandonados” con las ayudas concedidas por el Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes. Divididos en grupos de 50, permanecerán en el pueblo durante una semana, en el periodo comprendido entre el 29 de junio y el 26 de julio, con el objetivo de trabajar áreas como la educación ambiental, la convivencia y la recuperación del medio cultural.

¿Dónde está Umbralejo?

Umbralejo se encuentra situado en la Sierra de Ayllón, al noroeste de la provincia de Guadalajara, a 1.260 metros de altitud y a una hora por carretera desde la capital.

El primer asentamiento de población es medieval, hasta que el desarrollismo pudo con él. Forma parte de la arquitectura negra de la Sierra Norte, con sus características fachadas de cuarcita y cubiertas de pizarra.

El caserío se encuentra enclavado sobre una ladera con una amplia variedad de vegetación: robles, encinas, fresnos y vegetación de ribera como sauces o chopos, junto con gran cantidad de arbustos y plantas aromáticas de aprovechamiento apícola.

La subdelegada del Gobierno de España en Guadalajara, Susana Cabellos, resalta que este curso se cumplen 40 años desde la creación del programa, tiempo en el que ha evolucionado desde un enfoque cercano a un campo de trabajo, que permitió la recuperación de las construcciones típicas de estos pueblos, hasta convertirse en una referencia educativa nacional e internacional.

«Actualmente, los objetivos están orientados ante todo a la educación para el desarrollo sostenible y el cumplimiento de la Agenda 2030, incidiendo en el aprendizaje de nuevos valores para afrontar los retos climáticos de la sociedad actual», enfatiza Cabellos.

El Ministerio de Educación va a aportar un total de 84.402 euros para financiar las estancias de los 500 estudiantes que participan en el programa este verano, repartidos entre Umbralejo, Búbal (Huesca) y Granadilla (Cáceres) . Las ayudas se destinan a gastos de desarrollo y logística de las actividades y del seguro de accidentes y responsabilidad civil para alumnado y personal organizador.

Los participantes son estudiantes de centros públicos de tercero y cuarto de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO) y Formación Profesional Básica, con edades comprendidas entre 14 y 17 años. En cada contingente se reservan también dos plazas para alumnado de secciones españolas o secciones bilingües de centros de la Unión Europea.

Las actividades comprenden trabajos como cuidado del ganado, preparación y mantenimiento de huertos y jardines, reconstrucción de muros, mantenimiento de espacios interiores o limpieza de las instalaciones. También se organizan talleres centrados en artesanía (fragua, cerámica, apicultura, cestería, textiles, cocina, jabones y carpintería), medioambiente (interpretación del entorno y plantas medicinales), salud (primeros auxilios y cosmética natural) y deporte (juegos populares), así como actividades de convivencia y un itinerario pedagógico por el entorno para descubrir la vegetación de la zona, la orografía y los pueblos vecinos.

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