Como cada verano, la provincia de Guadalajara «arde en fiestas», tópica y algo viejuna expresión para señalar que donde había paz ahora hay verbenas y que donde se respiraba a campo en esos días huele a orines. Aproximadamente.
Así lo destaca, en todo caso, un lector de LA CRÓNICA desde Loranca de Tajuña. En un escrito remitido al periódico lamenta que muchos vecinos del pueblo «deben marcharse de sus viviendas mientras duran las fiestas porque es imposible aguantar la situación».
«Tienes que permitir que se meen en tu puerta porque los baños públicos brillan por su ausencia. Tienes que permitir que niños pequeños vayan con mecheros y petardos y te los tiren en toda la puerta pero no digas nada… aunque a mi perro le estén dando ataques», abunda el denunciante.
«Y espérate, que encima si echas a los meones o le tiras agua, te vienen a pegar. O sea tienes que aguantar lo inaguantable y lo peor es que te ponen un escenario como si fuera para ciudades en la plaza de pueblo donde todo son cuestas pero… no te quejes!!!».
«Llamas al 112 y pasan de todo. No se presenta ni Dios. ¿Dónde están nuestros derechos? ¿Por qué no se aplica la ley sobre pirotecnia? ¿Por qué no se aplica la ley que prohíbe mear en la vía pública? ¿Dónde están nuestros derechos?
Las preguntas y las quejas de este caso han llegado a LA CRÓNICA a través de su email de contacto con el lector, [email protected]. Por razones obvias, se han omitido datos y circunstancias personales.