Era una fecha que se quedó grabada en la mente, y de algún modo también en el bolsillo, de muchos vecinos de Guadalajara: el 1 de octubre era la fecha anunciada para el comienzo de las multas a quien circulara por la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) sin derecho a poder hacerlo.
Tras tanta demora en su aplicación, es comprensible que conductores y vecinos en general ya no sepan a qué carta quedarse en este asunto.
Pero no, el 1 de octubre no entra en vigor ninguna modificación sancionadora para la Zona de Bajas emisiones porque, simplemente, se ha vuelto a posponer.
En efecto, el 1 de julio pasado, la Junta de Gobierno Local iniciaba la tramitación para aplicar una nueva prórroga de la ZBE en lo que más puede doler, que son sus restricciones y las sanciones que llevan aparejada.
Tras pasar por el Pleno y publicado el acuerdo en el BOE, cobró fuerza legal lo de posponerlo todo hasta, al menos, el 30 de abril de 2026. A un año entonces de las próximas elecciones municipales, lo que muy probablemente alargue todo bastante más.
Formalmente, esta prórroga y la anterior (que fue aprobada en octubre de 2024) se justifican en que hay que esperar al nuevo contrato de la zona azul. Que sigue su lento proceso, también.
Un sistema ya instalado
La inversión está hecha desde hace ya mucho tiempo, con las señales puestas y los lectores de matrículas se supone que funcionamiento o, al menos, con capacidad para hacerlo.
La Zona de Bajas Emisiones tendría que estar vigente desde antes del 31 de diciembre de 2023.