El verano es la estación del año más propicia para que en las redacciones se agudice el ingenio hasta sacar noticia de debajo de las piedras. O de los ladrillos, como es el caso.
En los últimos días, el diario «El Mundo» ha aprovechado la teórica sequía informativa de agosto para llevar a la imprenta una serie sobre casas malditas de toda España, aquellas en la que han ocurrido sucesos sangrientos y que aún se recuerdan.
Como era previsible, la periodista del rotativo madrileño ha recalado en Pioz y, además de recordar numerosos detalles escabrosos de lo que ocurrió allí hace años, ha indagado sobre el terreno para saber quién vive ahora en el chalet de la tragedia.
El Mundo, en el extenso y detallado reportaje de Ana María Ortiz, da sus nombres: Melina, de 35 años y José, de 45. No han querido hacer declaraciones, aunque sí un familiar directo. Ambos compraron la vivienda a quien era el dueño en el momento de los atroces crímenes ocurridos en 2016, cuando fueron salvajemente asesinados Marcos Campos, su esposa Janaina y los pequeños María Carolina y David en la vivienda de la calle Los Sauces, a manos de Patrick Nogueira.
Tras un alquiler con derecho a compra, según se narra, se cambió de manos la propiedad por 127.000 euros, un precio notoriamente por debajo del previsible de no haber sido escenario del peor suceso de la crónica negra de Guadalajara en este siglo.
