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6 abril 2024
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Diez contra uno: el asesino de Pioz se lleva una paliza en la cárcel

La matanza de sus cuatro familiares la perpetró en una chalet de Pioz el 16 de agosto de 2016. Ahora, además de por la paliza que ha sufrido, Patrick Nogueira volverá a ser noticia por la serie de televisión que Antena 3 está ultimando sobre el crimen.

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Patrick Nogueira ha sido objeto de una paliza por parte de una decena de reclusos. Ha sido el diario El Mundo el que ha revelado, este domingo, que el autor de la matanza de Pioz ha pasado cuatro días en el hospital. Actualmente cumple condena en la prisión de Puerto III, en El Puerto de Santa María (Cádiz) y en estos días aún sigue convaleciente, aunque ya en la enfermería del centro penitenciario.

En la información del rotativo madrileño, firmada por Fernándo Lázaro, se atribuye la agresión a la ley de la cárcel, aunque los motivos concretos no se conocen. Ocurrió, eso sí que es seguro, la pasada semana.

Antena 3 prepara una serie sobre el crimen

En su etapa carcelaria, que se prevé larga, Nogueira había llegado a pasar casi al olvido. Sólo se ha vuelto a recordar su nombre y el de las cuatro víctimas que dejó atrás en un chalet de Pioz con el rodaje por parte de Atresmedia de una serie sobre aquel terrible suceso.

Según ha confirmado LA CRÓNICA, un equipo de la productora de televisión ha estado realizando en fechas recientes entrevistas en Guadalajara a los agentes implicados en aquella investigación. Las secuencias localizadas en Brasil ya se han grabado.

Una matanza brutal y compartida por Whatsapp

Los hechos ocurrieron en una chalet de la calle de Los Sauces el 16 de agosto de 2016. Se encontraban allí Janaína Santos y sus dos hijos, de cuatro y un año, María Carolina y David.

Tras comer juntos las pizzas que el propio Patrick había traído, inició la matanza, comenzando por la mujer. Lo fue contando en directo por WhatsApp a un amigo íntimo, Marvin, que le animaba a seguir con ello desde Brasil.

Nogueira esperó a que su tío llegara de trabajar y también lo asesinó.

Descuartizó los cadáveres y los metió en bolsas de basura, que dejó en el interior de la vivienda. Huyó a su país de origen el 22 de agosto. Hasta muchos días después el hedor de la descomposición no alertó de lo que había ocurrido. El drama continúa, con su recuerdo.

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