La Policía Nacional ha desarticulado una red criminal establecida en Madrid y en Guadalajara que robó más de 50 vehículos. Tras robarlos, los vendían a terceros que, a su vez, distribuían las piezas más valiosas de los coches por talleres de reparación de Marruecos. En esta operación han sido detenidas ocho personas.
Durante las pesquisas, llevadas a cabo por la Comisaría General de Policía Judicial (UDYCO Central), los agentes detectaron que esta banda robaba entre 6 y 10 coches a la semana. Para mantener ese ritmo lo hacían, esencialmente, en zonas de estacionamiento para periodos vacacionales como los existentes en los alrededores del aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas.
Posteriormente, la organización trasladaba los coches robados a zonas de ‘enfriamiento’, que es como policialmente se designan a los lugares que son seguros para esconderlos en los primeros días tras el robo. Habitualmente, encontraban esos lugares más discretos en barrios de Guadalajara.
De esta forma, los delincuentes se aseguraban de que los coches no contaran con GPS si veían que los dueños no los recuperaban en unos cuantos días.
Cuando era seguro, los despiezaban en un pueblo de Guadalajara
Una vez tenían la seguridad de que los coches no les iban a delatar, los trasladaban a «una nave agrícola ubicada en una zona rural aislada de la provincia de Guadalajara», según la Policía Nacional.
Una vez allí, los vehículos eran despiezados en su totalidad.
Seleccionaban las piezas de mayor valor, para ser cargadas en camiones con destino a Marruecos, En el país norteafricano eran vendidas a terceros, que las distribuían por talleres de reparación de vehículos.
Para garantizarse que no hubiera incidencias, el traslado contaba con vehículos lanzadera con los que alertar de los posibles controles policiales, para así evitar ser detectados.
Por otro lado, los componentes de los vehículos de poco interés o que podían propiciar su identificación eran destruidos o arrojados en parajes poco frecuentados.
Uno negocio de dos hermanos «manitas»
Se ha podido localizar la nave donde despiezaban los coches. Tras un amplio despliegue operativo, detuvieron en su interior a ocho integrantes de esta banda.
Ese día la actividad era intensa: se encontraban en ese momento cargando un camión de gran tonelaje, con multitud de componentes de los vehículos sustraídos.
La carga del camión estaba preparada para ser enviada a su destino esa misma noche.
Días después las indagaciones permitieron arrestar en Madrid a otro miembro de la organización.
Entre los detenidos en la nave agrícola se encontraban dos hermanos, que resultaron ser los líderes de la red criminal y que tenían, como principal función, vulnerar los sistemas de seguridad de los vehículos mediante elementos electrónicos avanzados y, además, realizar las labores de vigilancia tanto en la entrada de los turismos sin despiezar como en la salida de los camiones ya cargados con destino a Marruecos.
Durante el registro de la nave se han recuperado piezas pertenecientes a más de 50 vehículos diferentes, estimando su valor en 1.250.000 euros.
Además, se han localizado, en las zonas de “enfriamiento”, cuatro vehículos sustraídos que estaban a la espera de ser despiezados.
La investigación continúa abierta y no se descartan más detenciones.