La Academia Española de Tauromaquia ha confirmado que están en contactos con el Ayuntamiento de Guadalajara para el emplazamiento en la capital alcarreña de una escultura de dimensiones colosales, que representa a un toro de lidia.
El proyecto fue actualidad a mediados de este mes de julio, aunque no por lo ambicioso de la idea sino por haber sido rechazado desde el Ayuntamiento de Madrid, que era el objetivo inicial.
Ahora, desde la organización promotora se ha asegurado a este diario que los contactos con Guadalajara están establecidos «desde el propio Ayuntamiento» al cual «se les ha remitido información sobre el proyecto y suponemos que la estarán estudiando».
Fuentes municipales confirman a LA CRÓNICA que, en efecto, han recibido la limitada documentación existente hasta el momento, dado que el propio proyecto no se ha redactado. Desde la Plaza Mayor, por tanto, no hay ninguna decisión adoptada al respecto.
300 metros de altura
La escultura metálica en forma de toro bravo superaría los 300 metros de altura, algo que condiciona sobremanera incluso la superficie necesaria para asentarlo con seguridad.
La iniciativa, bautizada como ‘El Toro de España’, busca dotar al país de «una construcción monumental que combine innovación técnica, valor cultural y potencia visual, a imagen de otros grandes símbolos nacionales como la Torre Eiffel en Francia, la Estatua de la Libertad en EE.UU. o el Coliseo Romano en Italia», según sus impulsores.
Según ha adelantado a Canal 33 TV de Madrid el presidente y fundador de la Academia Española de la Radio y director de Radio España, Jorge Álvarez, el toro estaría ubicado en una localidad española con una alta afluencia de turistas, con el fin de garantizar su viabilidad económica y propiciar, además, el impulso comercial y la generación de empleo en toda la zona.
El monumento aspira a convertirse no solo en una proeza de la ingeniería –por su altura y su forma animal sin precedentes–, sino también en una referencia cultural, al representar al toro como símbolo esencial de la tauromaquia, considerada patrimonio cultural según la Ley 18/2013, de 12 de noviembre.
Al toro, por los cuernos… que serían unos miradores
La cúspide de la escultura estaría ubicada en los cuernos del toro, que funcionarían como miradores panorámicos desde donde se podrían contemplar vistas privilegiadas de toda la ciudad. A sus pies, se instalarían zonas comerciales especializadas en el mundo taurino, con restaurantes, tiendas de recuerdos y espacios culturales.
El proyecto prevé también que la zona donde se ubique el toro se convierta en un espacio turístico integral, con instalaciones culturales, comerciales y de ocio, ligadas al mundo del toro y a la identidad española.
«España no tiene un gran icono material que la represente. Entonces, ¿qué mejor que el toro? Todos los turistas se llevan una figura del toro cuando vienen a España, la Fiesta Nacional se conoce mundialmente, también en Hollywood y grandes artistas internacionales han estado en nuestras plazas de toros. Hasta Los Beatles cuando llegaron a España tocaron en Las Ventas de Madrid y en la Monumental de Barcelona», ha subrayado Álvarez, quien reivindica que «ningún extranjero rechaza la tauromaquia ni a los toreros» porque, «guste o no, el toro nos representa sobre todo fuera del país».
La Academia Española de la Tauromaquia asegura que la construcción se financiaría exclusivamente mediante inversión privada, sin coste para el erario público. A cambio, los municipios que cedan suelo público participarían en los beneficios económicos derivados del turismo.
Como referencia económica, el proyecto cita la Torre Eiffel, que genera una media de 100 millones de euros anuales solo en entradas. A ello se suma un 25% más en otros servicios, de los cuales el Ayuntamiento de París percibe un 14%.
El rechazo de Madrid
La Academia ha iniciado contactos no sólo con Guadalajara sino con otros municipios para encontrar la ubicación adecuada. Según ha revelado Álvarez, lo primero que hicieron fue hablar con el Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, que apoyó el proyecto y les conminó a que contactaran con los ayuntamientos, ya que el suelo es competencia local.
«Entonces, hablamos primero con la capital. Valoraron lo bonito de la idea y apoyan la tauromaquia, pero de momento no contemplan el proyecto. No sabemos las razones», ha afirmado el entrevistado, que no entiende la gran noria que se quiere construir en Madrid o el Cristo gigante en Boadilla del Monte.
«No son ideas innovadoras, ya existen en otros países. El toro gigante sí sería algo único en el mundo y tendría fama internacional», apunta. Por ello, la Academia ha iniciado conversaciones con otros municipios de la Comunidad de Madrid y de toda España.
Además, recuerdan que otros países han levantado en los últimos tiempos grandes edificios como el Burj Khalifa en los Emiratos Árabes (Dubái) o esculturas colosales como el Buda chino del Templo de la Primavera (128 metros de altura), la escultura indonesa de Garuda (121 metros, Indonesia) o diversas representaciones del dios Shiva en Nepal e India.
La entidad espera concretar en los próximos meses un acuerdo con algún municipio para avanzar en los estudios técnicos y de viabilidad del ‘Toro de España’. Entre los requisitos, figuran la disponibilidad de suelo y la conectividad con grandes núcleos turísticos.
«El toro sería un punto de atracción que nadie olvidaría. Aporta identidad, cultura, originalidad y una oportunidad de posicionar a España en el mapa turístico mundial con una imagen única», insiste Jorge Álvarez.
