Sorpresa total para buena parte de los más de 10.000 vecinos de Cabanillas del Campo, desconocedores en su inmensa mayoría de que una vivienda del municipio –casi todos chalés y en un pueblo que es de los de mayor nivel de renta de Castilla-Mancha– hay un centro de Accem, en el que se asiste a menores inmigrantes, que llegan hasta allí con sus familias.
En efecto, se trata de un chalé en el que se acoge a familias inmigrantes, generalmente por petición de asilo y en primera instancia. Se abrió con el inicio de la guerra de Ucrania y, además de personas de esa nacionalidad, ha venido atendiendo a núcleos familiares originarios de Venezuela y Colombia. Las estancias suelen ser de dos meses.
La discreción no es ajena a esta tipo de instalaciones, cuyos responsables buscan que los menores pasen lo más desapercibidos que sea posible, en este caso junto con los adultos. No ha podido mantenerse así, en diferente grado.
En este caso sí que ha habido silencio total de las distintas administraciones implicadas. No ha trascendido de forma pública y oficial la existencia de esta instalación hasta la publicación de una información por parte de los colegas de El Decano de Guadalajara.
En la noticia, se da cuenta de paliza recibida en la noche del 13 al 14 de agosto pasado por un menor inmigrante, de origen venezolano. Fue el colofón de varias semanas de incidentes a las puertas de la casa, según ha podido confirmar LA CRÓNICA.
El agresor ha sido en este caso también un menor, español, que le propinó al agredido un fuerte golpe en el pecho. De resultas de ello, cayó inerme contra el suelo, lo que le provocó un derrame cerebral y una fractura craneal.
El adolescente venezolano ha sido atendido desde entonces en un hospital madrileño, tras pasar por el de Guadalajara en un primer momento. Está fuera de peligro después del coma inicial, que requirió su ingreso en la UCI.
El autor de la agresión fue detenido el 22 de agosto y se encuentra en un centro de menores sin posibilidad de salir al exterior, según los datos manejados por «El Decano».
Tras el silencio oficial, pocos datos más
Desde la Subdelegación del Gobierno, como ha podido comprobar este diario, se guarda distancia sobre lo ocurrido, que sólo se confirma en todos sus extremos cuando se pide verificación, sin aportar más novedades.
En cuanto al Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, las fuentes consultadas por LA CRÓNICA coinciden en destacar el papel de Policía Local en ese suceso y también en el seguimiento que sus agentes vienen haciendo desde hace meses de las no siempre fáciles relaciones entre jóvenes del pueblo e internos de la casa de Accem.
Seguimientos previos ante el riesgo de enfrentamientos
Según ha reconocido a este periódico una fuente muy próxima a la labor policial realizada en Cabanillas del Campo en los últimos tiempos, «sospechábamos que algo así podía ocurrir y pusimos vigilancia; gracias a eso pudo ser detenido el agresor».
Curiosamente, el menor español no era uno de los que más preocupación levantaban entre los policías locales de Cabanillas con carácter previo. Tienen un conocimiento detallado de los adolescentes y jóvenes que pueden crear, potencialmente, mayores problemas de convivencia, pero ese no era de los que más destacaba.