La vicepresidenta segunda de las Cortes de Castilla-La Mancha y presidenta del Partido Popular en Guadalajara, Ana Guarinos, ha trasladado en rueda de prensa su preocupación ante el posible traslado de pacientes de la Unidad de Larga Estancia Psiquiátrica (ULE) en el Centro Sociosanitario ‘La Merced’ a otras instalaciones.
Guarinos pretende que el Gobierno regional y la Consejería de Sanidad informen sobre la situación actual de estos pacientes y si son ciertas las previsiones de traslado de los mismos a otros centros sociosanitarios. En caso de ser así, a qué centros tiene previsto trasladarlos y en qué condiciones.
La Unidad de Larga Estancia Psiquiátrica se encarga de dar una atención integral y residencial a pacientes psicogeriátricos no válidos en diferentes grados, generalmente con deterioros e incapacidades y antecedentes de enfermedad psíquica, una unidad que en la actualidad acoge a cerca de 40 personas.
Guarinos ha apuntado que los servicios que se prestan a estos pacientes crónicos «son muchos y necesarios». Entre las funciones de este servicio está dar alojamiento y manutención, con imposibilidad de integración familiar; garantizar la seguridad e higiene en su estancia; desarrollar, mantener, incrementar y optimizar su autonomía y funcionamiento independiente en las actividades de la vida diaria; garantizar la vida privada y procurar su equilibrio emocional y afectivo; atención a la salud física y psíquica, con el apoyo de servicios comunitarios cuando sean necesarios; información y colaboración con la familia o el tutor, y facilitar actividades de ocio en su tiempo libre.
Los pacientes son atendidos por profesionales de Enfermería, Terapia Ocupacional, Fisioterapia, Psicología, Psiquiatría, Medicina y personal no sanitario.
El riesgo de trasladarlos
Guarinos ha manifestado su preocupación por la información que le han trasladado, ya que se trata de personas «especialmente vulnerables, que no han conocido otra familia, ni amigos, ni entorno que el de la Unidad de Larga Estancia, y cuya salida del centro podría ocasionar consecuencias nada positivas» para las mismas, además de las dificultades de encontrar un entorno similar y con servicios como los que tienen. Cambiarlos de ubicación, ha dicho, «es un riesgo para su estabilidad emocional, para su salud psíquica y para su propia salud física por el Covid-19».