Se empeñan los ingleses en repetir desde hace siglos aquello de que the devil is in the details, cuando en realidad el pobre Satanás hace ya mucho que delegó sus funciones en los hombres y ni está ni se le espera. Para mí que se hartó de nosotros, alumnos tan aventajados como incapaces de reconocer su magisterio.
Y entre tanto mal y tanto daño, va la primavera adelantada y florece dentro de la Redacción de LA CRÓNICA.
Es un tiesto triste con un planta antigua, de esas que hace años regalaban los bancos cuando aún eran generosos con nuestro dinero. A fuerza de olvido, se ha ido acostumbrando a superar calladamente calamidades sin cuento, de tanto pasar desapercibida para casi todos. Tanto es así que se diría humana.
Alguna vez alguna mano, casi siempre femenina, vierte sobre la escasa tierra un poco de agua. Y ella te devuelve el favor con cuatro pétalos a modo de sonrisa. El fotógrafo pasaba por alli, para dejar constancia.
La verdad está en los detalles. Afortunadamente.