Muros de cristal abrirán el nuevo campus de la Universidad de Alcalá a Guadalajara

La norma cada vez que se visita protocolariamente el recinto del futuro campus de Guadalajara parece ser el frío ambiente: las temperaturas han puesto a prueba a los participantes en el acto de este lunes.

Este lunes se han conocido nuevos detalles del futuro campus de Guadalajara. (Foto: La Crónic@)
Este lunes se han conocido nuevos detalles del futuro campus de Guadalajara. (Foto: La Crónic@)

El proyecto de reforma de los antiguos edificios de «las Cristinas», en el centro de Guadalajara, avanzan con el objetivo de alojar a alrededor de 4.000 estudiantes, cuando sea el nuevo campus de la Universidad de Alcalá en la capital alcarreña. Allí, este lunes, además de a las cuadrillas de albañiles ha podido verse a una nutrida representación de políticos y otra no menos numerosa de periodistas provinciales.

Lo más relevante de esta gélida matinal, con permanencia obligada durante más de una hora en el futuro parking que usarán profesores y otros funcionarios, ha sido la constatación de que la obra avanza y de que ya es posible hacerse una idea del resultado final. Lo de menos ha sido el frío imperante en las profundidades donde, hasta hace aún poco tiempo, reposaban los restos de doscientos visigodos, en un muchas veces centenario cementerio que ya no está allí.

Los arquitectos responsables se han esforzado, y conseguido, para conjugar la funcionalidad que exige el nuevo uso de los edificios con su mantenimiento, para hacerlo asumible a los futuros gestores. La fisonomía se ha respetado en buena medida, pero dotando a cada bloque de cierres de cristal en lo que es el tiro de escalera, que queda a la vista, como se aprecia en los siguientes alzados:

Esos «muros cortina» y esas fachadas de vidrio convivirán con el ladrillo que ha identificado estas construcciones desde hace medio siglo, junto con carpinterías de hierro galvanizado para las ventanas. Esta última elección tiene que ver con la ventaja de su escaso mantenimiento, ya que «no necesita pintura y envejece bien», en expresión de uno de los técnicos responsables.

Otro aspecto que tendrá una importancia notable es el de la propia distribución interna, ya que no habrá separación por facultades, pues estamos ante «un campus unitario», como se ha apuntado este lunes.

Así, seguirá habiendo aulas en lo que ahora es Magisterio, como también en donde las había cuando era el complejo «María Cristina», dado que es la parte de los edificios con más amplios vanos interiores. Lo que eran las habitaciones de las internas ahora se convertirán en despachos.

Y más aulas habrá también en el edificio que se va a construir de nueva planta encima del parking subterráneo, con los arranques de los futuros pilares ya a la vista.

Otra cuestión relevante es el auditorio con el que se dotará al complejo, que tendrá una capacidad de 450 localidades y que deberá justificar desde la Junta que la ciudad no tenga un palacio de congresos propiamente dicho, una petición que ya hacía Bris cuando Araceli Muñoz era consejera en Toledo. La disponibilidad de ese amplio patio de butacas será, a buen seguro, lo que se argumente cuando algún futuro alcalde o alcaldesa lo reclamen.

Todo esto y mucho más se irá conociendo según se construya, sobre todo por parte de esos miles de alumnos que entrarán, esencialmente, o por el parque del Coquín o por la calle Madrid. El acceso de la calle Dos de Mayo estará reservado, en principio, para los actos protocolarios.

Calor humano, frío ambiental

Hay buen entendimiento entre la Junta de Comunidades y la Universidad de Alcalá, un calor humano en el trato personal que se aprecia en cada ocasión y, a la vista de los resultados, también en las negociaciones. Sin embargo, la norma cada vez que se visita este recinto parece ser el frío ambiente: las temperaturas han puesto a prueba a los participantes de este acto.

Así, al propio rector, José Vicente Saz, se le apreciaba un más que evidente vaho que salía por su boca a cada frase durante su intervención, sobre un escenario portátil en el lateral del parking. El resto permanecía sentado al relativo calor de media docena de estufas, de las que funcionaban cinco.

Ante el micrófono han pasado también la alcaldesa de Guadalajara, el consejero de Educación y Cultura y Pablo Bellido, en su condición de presidente de las Cortes de Castilla-La Mancha. Ha cerrado el turno de intervenciones Emiliano García-Page.

Como ha sentenciado el presidente regional, «es muy cara la Universidad, pero la ignorancia es mucho más cara». Alusión pertinente en lo económico, habida cuenta de que se ventean dificultades económicas en el horizonte. La financiación de este proyecto sí está asegurada.


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